Acepta cuatro años de cárcel por abusar sexualmente de una niña de trece años

La Sección Primera de la Audiencia Provincial ha condenado a una pena de cuatro años de prisión a un joven, acusado de un presunto delito de violación que, por conformidad del Ministerio Público y del letrado defensor, ha sido considerado finalmente autor de un delito de abusos sexuales, con lo cual la pena que inicialmente solicitaba la fiscal (nueve años de prisión) se ha reducido a cuatro, de los que el imputado, de 29 años de edad en el momento de los hechos, ya ha satisfecho uno, puesto que se encontraba en la penitenciaría desde enero del presente año, apenas un mes después de que se denunciaran los hechos. La defensa sostuvo en todo momento que el sospechoso era inocente de los hechos que se le imputaban y solicitaba la libre absolución. A la espera de que la sentencia se haga pública, circunstancia que de momento no se ha producido, el escrito de calificaciones provisionales de la fiscal relataba que el pasado 8 de diciembre del 2006, el condenado se citó con la víctima en una plaza de Villamañán a la una de la madrugada para hablar sobre otro amigo. La joven entró en el coche del imputado y ambos se dirigieron a Santa María del Páramo. Antes de llegar a su destino, el acusado detuvo en un camino el vehículo, supuestamente para fumar un cigarro y hablar. Tras pasar los dos a los asientos de atrás, el condenado solicitó a la víctima que le practicara una felación, a lo que la joven no accedió, por lo que fue golpeada. A resultas de la agresión perdió el conocimiento, momento que el teórico agresor aprovechó para desnudarla. Tras despertarse la víctima, le permitió que se vistiera si bien se produjo una segunda agresión tras la cual resultó desnudada de nuevo y penetrada vaginalmente pese a sus intentos de evitarlo. El escrito de la fiscal recuerda que el procesado amenazó a la víctima con hacer algo malo «a ella o a su familia» si comentaba algo a alguien. De acuerdo a este relato fáctico, los hechos eran considerados una agresión sexual. La defensa mantenía que el acusado conoció a la víctima en un bar de Laguna de Negrillos donde permaneció toda la tarde «vacilando» a la muchacha y a la propietaria del local, que le dio su teléfono móvil para que la llamase. La muchacha llamó hasta en cinco ocasiones al imputado para que fuera a recogerla a un bar de Vilamañán. Así lo hizo el sospechoso, utilizando el vehículo de u amigo suyo, en el que mantuvieron una relación sexual consentida libremente, tras lo cual, el condenado la llevó a su casa. Al día siguiente el sospechoso y el propietario del vehículo acudieron de nuevo al bar, donde la joven le informó de que había perdido un pendiente en el coche y le pidió que fuera a buscárselo al lugar donde habían estado juntos el día anterior. También le comunicó que tenía 16 años de edad, aunque la verdadera edad en ese momento era de 13. El condenado regresó entonces a su ciudad de residencia, donde recibió hasta diez llamadas de la joven: «Eres un hijo de puta, te has ido sin avisar y te vas a cagar».