La Diputación necesita un crédito de 18 millones y eleva su deuda hasta 120

Cuando la Diputación formalice el crédito que refleja en el presupuesto del 2008 por una cantidad de algo más de 18,2 millones de euros, la deuda viva de la institución provincial se situará en 120 millones de euros. Este porcentaje disminuirá al final del próximo ejercicio hasta los 110 millones con las amortizaciones previstas en las nuevas cuentas, lo que situará el nivel de endeudamiento en el 105%, sólo cinco puntos por debajo del límite legal permitido, fijado en el 110%. A principios del 2007, el porcentaje alcanzaba el 104%, el nivel más bajo desde hace años. Un plan de austeridad, puesto en marcha en época del presidente José Antonio Díez y cuya tendencia siguió con García-Prieto, logró reducir el ratio desde niveles que llegaron a alcanzar el 170% hasta las cotas actuales. El nuevo equipo de gobierno se ve obligado ahora acudir a un préstamo, que supera los 18 millones de euros, para cuadrar el presupuesto 2008 y garantizar las inversiones comprometidas. También ha logrado presentar unas cuentas ligeramente superiores a las del presente ejercicio, con 170 millones de euros, frente a los 166,2 millones del 2007. La imposibilidad de vender los terrenos de la Diputación en el denominado sector La Granja impide consignar -como hicieron los dos presupuestos anteriores- una previsión de ingresos por encima de los 18 millones de euros por este suelo. Ante esta situación, los socialistas alertaron ayer sobre el «repunte» de la deuda de la institución provincial. «Después de un riguroso plan de austeridad que había logrado reducir el nivel de endeudamiento a niveles razonables, ahora se acude a un crédito, cambiando la tendencia de los últimos diez años», recalcó el portavoz del PSOE en el Palacio de los Guzmanes, Demetrio Alfonso Canedo. Apuntó, además, que el equipo de gobierno no tenía que haber recurrido a este crédito y debería haber seguido en la línea de saneamiento emprendida, recordando en este sentido la difícil situación que atraviesa el Ayuntamiento de la capital «con niveles de endeudamientos incontrolados (268 millones de euros)». La principal crítica socialista a las nuevas cuentas provinciales se centra en que, según este partido, no «garantiza» las inversiones mínimas en los pueblos a medio y largo plazo, que tienen que ejecutarse «independientemente de que haya o no venta de parcelas o se acuda o no a créditos». Alfonso Canedo manifestó que el principal objetivo de la Diputación es garantizar inversiones en los pueblos para seguir fijando población e impulsar la cohesión provincial.