El Ayuntamiento cederá a Feve locales si ubica en León su Escuela de Maquinistas

El alcalde de León, Francisco Fernández, respalda la propuesta realizada por la Sección Sindical de UGT en Feve en demanda de ubicar en León la Escuela Nacional de Maquinistas, que tiene previsto poner en marcha la compañía de ferrocarriles de vía estrecha y que será de referencia nacional. Así lo aseguró Fernández a los representantes sindicales en un encuentro mantenido el pasado miércoles, según explicó ayer Fulgencio Bandera. De hecho, el alcalde comprometió la cesión de un local municipal para acoger dicha escuela. Los representantes de UGT en Feve van más allá, y proponen la unión de esta escuela de maquinistas con la que el Ayuntamiento ha propuesto, también de referencia nacional, para formación de maquinistras del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias del Estado (Adif). Según el responsable sindical de UGT, unir estas dos escuelas supondría que no sólo los maquinistas de las dos compañías acudirían a formarse en León, sino que también los del resto de las compañías privadas, una vez que se liberalice el servicio, puedan acudir a estas escuelas. «Se necesitaría un local de unos 400 metros para ubicar las aulas y tres simuladores que ya están comprados, y hay varias locales municipales de estas características que están disponibles», explicó Bandera. Además, UGT propone ligar al Instituto Nacional de las Tecnologías de la Comunicación (Inteco) otro de los servicios que está poniendo en marcha Feve: el control de los mecanismos de seguridad a la entrada de estaciones y apeaderos. Actualmente la compañía ferroviria está instalando tornos de control de entrada, que deberán ser vigilados a través de un mecanismo común. «León se convertiría así en centro neurálgico de este servicio de control de seguridad de Feve, con la consiguiente creación de puestos de trabajo». Por otro lado Fulgencio Bandera, acompañado de Roberto Lanchero, denunció ayer el desmantelamiento encubierto que se está llevando a cabo en el taller de Feve en Cistierna. «Había ocho trabajadores, ahora uno se ha prejubilado y tres han cambiado de destino. Pero las plazas no parece que vayan a cubrirse, y la empresa no da respuesta a nuestras consultas». Por eso el comité ha llevado ante la Inspección de Trabajo este hecho, ya que considera que los trabajadores que quedan no pueden acometer el volumen de trabajo que supone la reparación constante de cinco unidades de viajeros, seis locomotoras y medio centenar de tolvas. «Esperemos que la Inspección no tarde en resolver tanto como la denuncia que presentamos en marzo por la modificación de condiciones de trabajo en las estaciones. Ha sido un parto de nueve meses para concluir que debemos acudir a la vía judicial. En fin, una pérdida de tiempo», concluyen.