Un compromiso en forma de mascota

Los leoneses adoptaron durante este año a más de 228 perros y 43 gatos recogidos por la Asociación Protectora de Animales de León. El número total de adopciones, 271 es ligeramente inferior a los 325 animales entregados en 2006 y a los 347 del 2005, según informó a Ical su presidenta, Carmen Carísimo, quién explicó que durante estas últimas semanas del año no se incrementa esta cifra, puesto que se niegan a que los animales se conviertan en «un regalo». Por ello, el colectivo prefiere no entregar ningún animal que su futuro dueño no haya elegido para evitar que abandone el centro y «luego tenga que volver» puesto que «el animal no es un mueble» y sufre al cambiar de hábitat. A lo largo de este año han rescatado de las calles y acogido a 56 gatos y 250 perros. Los seis voluntarios de la Protectora atienden en estos momentos a casi medio millar de perros y a otros tantos gatos, una cifra que se mantiene año tras año a pesar de las numerosas adopciones. La presidenta del colectivo criticó la falta de compromiso de la sociedad con el cuidado y protección de los animales ya que dijo «la gente no se gasta dinero» en mantener a un animal y si «en cervezas y vinos». Su labor es continua durante todo el año. A pesar de que cuentan con dos empleados, todas las fiestas como el día de Navidad, Nochevieja o Añonuevo ellos acuden como cada día al refugio donde se encuentran los animales para echarles de comer y limpiar las instalaciones. Reclaman al Ayuntamiento de León una mayor inversión de los caudales públicos para ejecutar obras de mejora en las dos fincas adosadas de las que disponen, ya que se encuentran según alertó en malas circunstancias. Como cada año, solicitan la colaboración de todos los leoneses para que donen radiadores con lo que calentar los habitáculos donde se albergan los animales. La Asociación Protectora de Animales de León ya prepara la celebración de la festividad de San Antón Abad, patrón de los animales. El próximo domingo 13 de enero tendrá lugar en la plaza mayor de la capital leonesa la tradicional eucaristía y la bendición de las mascotas. Carmen Carísimo recordó que uno de las últimas entregas en la asociación fue una «familia» de cuatro perros chiguagua. Sus dueños, dos ancianos que padecían alzheimer, ya no podían hacerse cargo de ellos y recurrieron al colectivo para no abandonarlos. Los dos miembros más jóvenes fueron adoptados por separado, sin embargo Carísimo relató que la pareja de chiguagua, también de avanzada edad, fueron adoptados juntos, ya que según sus antiguos dueños, llevaban toda la vida juntos. Tobi y Dulcinea permanecerán unidos hasta que la muerte los separe.