Nuevas normas de uso del puerto, en orden a la Ley de Régimen Local

El paso al frente de Babia en defensa de los derechos de aprovechamiento de los pastos propiedad de Mieres desde 1926 tiene que ver en una parte con la Ley de Régimen Local. La que ampara la Junta Vecinal de Pinos para redactar una ordenanza que regulará el uso de los pastos situados dentro del ámbito de su territorio. La plena potestad reglamentaria de Pinos para emitir un nuevo texto regulador afecta al uso de los terrenos que son propiedad de este ente local y también los que son ajenos. La localidad de Pinos toma así un protagonismo particular en defensa de los derechos históricos de los ganaderos babianos, un objetivo al que tenderá de forma clara la redacción de las nuevas directrices que promoverá esa junta vecinal. Las cuatro localidades leonesas que se han involucrado en la protección del aprovechamiento que tradicionalmente localizan en el puerto babiano recuerdan que, en ningún caso, se consideran responsables del mal uso que en los últimos años merma las posibilidades naturales del paraje objeto del contencioso entre Mieres y Babia Los derechos residuales Los pueblos afectados leoneses recuerdan que los derechos que Mieres tiene en el puerto del que es propietario «son meramente residuales» y que las normas de acceso de los rebaños de León «estaban escritas mucho antes de que el ayuntamiento asturiano se hiciera con la propiedad». En este punto, Villargusán, Candemuela, Pinos y San Emiliano rechazan las acusaciones que señalan a los ganaderos de estas localidades como culpables en la situación de sobre explotación de los pastos. «Si hay algo que está claro en todo este litigio es que los pueblos de Babia hacemos el mismo uso del puerto que siempre hicimos», explican responsables y portavoces de las juntas. El cambio de propiedad En Babia ya no se oculta que este conflicto territorial con Asturias sólo acabará cuando el puerto de Pinos cambie de titular. «Mieres no puede tener más tiempo ese monte. No podía antes, porque se asiste a una anomalía jurídica que es preciso cambiar; pero es que ahora se suman connotaciones económicas que resultan gravemente perjudiciales para la supervivencia del único medio de vida posible en los pueblos babiano, que es la explotación de la ganadería», aclaran desde la Juntas Vecinales, alejadas del victimismo a pesar de la negativa de la Diputación a apoyar su causa.