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REE tiene ahora que estudiar los miles de alegatos y tomar una decisión sobre el trazado

La Sama-Velilla provoca más rechazo social que el trasvase del Ebro

El proyecto eléctrico ha recibido casi 25.000 alegaciones en contra, 18.000 de León

El rechazo a la línea ha desembocado en numerosas manifestaciones

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S. C. Anuncibay / Barrio Planillo - león
León

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El proyecto de construcción de la línea de alta tensión Sama-Velilla va camino de convertirse en una batalla social de todos contra Red Eléctrica Española. Ni el trasvase del Ebro, que al final fue rechazado por el levantamiento popular que suscitó, ocasionó tantas críticas de colectivos ecologistas, administraciones públicas y particulares. La Asociación Bodón, contraria a la autopista eléctrica, calcula que la iniciativa ha recibido en el proceso de exposición pública casi 25.000 alegaciones de oposición al trazado planteado por la compañía adscrita al Ministerio de Industria, casi 18.000 de ellas presentadas en la provincia de León, 5.000 en Asturias y más de dos mil en las diferentes ventanillas habilitadas al efecto en toda España. A estos argumentos hay que sumar las más de 18.000 firmas remitidas por la plataforma al parlamento europeo, y otras tantas enviadas por particulares y colectivos. Ahora es REE la encargada de mover ficha. Primero tendrá que valorar los miles de alegatos, así como los diferentes informes de la Universidad de León, de la coordinadora ecologista de Asturias y del profesor Julio Lago. Tras el sondeo tendrá que tomar una decisión que no parece que vaya encaminada a desechar una infraestructura que consideran indispensable, aunque haya diferentes estudios que contradigan este argumento. De todas formas, las administraciones autonómicas del Principado y de Castilla y León ya han mostrado su apoyo al tendido eléctrico, al igual que el presidente del Gobierno, el leonés José Luis Rodríguez Zapatero, quien no asume una postura clara y pasa de puntillas por el tema cada vez que le preguntan en rueda de prensa, a pesar de que fue él quien prometió en campaña electoral que no se haría el trasvase del Ebro si ganaba las elecciones, por los enfrentamientos que había levantado. En la balanza Pues bien, esta actuación recibió 233.695 reclamaciones, 172.660 a favor, provenientes de la zona levantina, y 61.035 en contra, que corresponden a Aragón y Cataluña. El trámite preceptivo anterior al estudio de impacto ambiental evidenció la tremenda polarización de ese plan hidrológico, algo que no ocurre con la línea de alta tensión que aglutina al unísono sólo voces contrarias de un sector geográfico de influencia menor al reflejado en el trasvase del Ebro. Un claro ejemplo de esto son las más de 9.000 quejas tramitadas en el Ayuntamiento de La Pola de Gordón, un municipio de apenas 4.300 habitantes. Pero aún así, REE mantiene su postura frente a una actuación que ocasionará, irremediablemente, un impacto medioambiental irreparable a la montaña central leonesa y a zonas protegidas de la provincia.