Viajar a Asturias por la AP-66 cuesta desde el día 1 un 2,4% más que en el 2007

La empresa concesionaria de la autopista León-Campomanes aplica desde ayer las nuevas tarifas para los peajes de la principal arteria de comunicación entre la capital y Asturias y marca una subida media para este año del 2,4%, cuatro décimas por encima sobre el IPC previsto para el 2008. Los usuarios de la infraestructura que conduzcan un vehículo de menos de 3.500 kilos pasarán a pagar ahora 10,15 euros, 20 céntimos más de los 9,95 del 2007; los camiones y autocares de dos y tres ejes, turismos, furgones, furgonetas y microbuses -todos de dos ejes- abonarán 12,90, lo que supone un aumento de 36 céntimos respecto a la tarifa de 12,54 euros del año pasado; y, por último, para los camiones y autocares con cuatro ejes o más y turismos, furgones, furgonetas y microbuses -todos ellos de dos ejes, cuatro ruedas- el coste será de 16,50, 38 céntimos más si se compara con el último ejercicio finalizado. El incremento tarifario no supone un aumento importante en los precios de los peajes, algo que sí ocurrió a principios del 2007, cuando el Gobierno acordó subirlos una media del 3,68% para todas las autopistas dependientes de la Administración General del Estado. Además, los conductores de vehículos ligeros pueden desde ayer beneficiarse de los descuentos de hasta el 50% en los pasos por barrera, a los que hay que sumar la rebaja del 30% de la que disfrutan desde hace tiempo los camioneros. De todas formas, no todos los usuarios de la carretera obtendrán estas ventajas, ya que el decreto que regula la aplicación de los descuentos recoge que para reducir la tarifa hasta la mitad es preciso hacer, por lo menos, un viaje completo al mes y será a partir del quinto paso por barrera cuando comience a notarse el abaratamiento en el coste por uso de la AP-66. Si bien, la implantación de los precios reducidos obliga a pagar a través de cualquier sistema magnético o electrónico -instalado para el cobro- en cuanto quede instaurado el modo de pago dinámico, que será, tras sus primeros seis meses de funcionamiento, el único medio de abono para conseguir los descuentos en el precio, cuyo resultado se incrementará con el IVA para ser redondeado después, por defecto o por exceso, al múltiplo de cinco céntimos. La materialización de la promesa que hizo en Rodiezmo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aparejará un coste para las arcas públicas de 2,5 millones de euros al año hasta el 2050, fecha en la que vence el contrato con la concesionaria, después de que el anterior ministro de Fomento, el asturiano Francisco Álvarez Cascos, lo prorrogara por cincuenta años, dificultando así, por el multimillonario coste, el rescate del peaje de Luna.