La importancia de llamarse Antonio 67
Curioso personaje este Jorge Mateos, que acusa de leonesista a su rival. Una pregunta Mateos: si se opta a dirigir las Juventudes Socialistas de León, ¿a quién hay que defender, a Castilla?
La elaboracion de las listas de los partidos políticos está llena de matices y cualquiera de ellos, por pequeño que sea, puede resultar determinante para el veredicto final. Por ejemplo, en las recientes cerradas listas del PSOE al Congreso y al Senado hay muchos de éstos y si no que se lo pregunten a Charo Velasco, que se ha quedado fuera por ciertos matices, como que no contaba con el apoyo de casi nadie, ni siquiera en el Bierzo. Pero como los matices están hechos de pequeñas cosas hasta un simple nombre puede hacer variar una decisión. Y aquí es donde radica la importancia de llamarse Antonio -no el de los pantanos- y no Demetrio. Ambos querían estar en la lista del Senado; uno, Antonio, lo tenía asegurado, mientras, el otro, Demetrio, quería sacar del triunvirato al susodicho, a Ana Luisa, o a Miguel. Visto que contra el primero nada podía hacer quiso desbancar a la segunda, y hete aquí que se encontró con Ana Luisa, nombre que también pesa,-que nadie se olvide que estaba predestinada a ser la presidenta de la Diputación si el PSOE hubiera logrado la mayoría- y Demetrio Alfonso desistió, porque con el siguiente, Miguel Martínez, ya no se atrevía. En el caso del Congreso, además de lo de Charo Velasco, llama la atención cómo la dirección provincial ha aceptado que el presidente de Juventudes, Diego Moreno, sea el número tres cuando no contó con todo su apoyo para ser reelegido, muy al contrario. Claro que también llama la atención el hecho de que alguien de esa misma dirección apoyara a Jorge Mateos, miembro de una familia socialista que en su día se enfrentó a Zapatero.