La Universidad participa en un «plan de choque» para frenar el déficit de médicos

La Consejería de Sanidad presentará a lo largo de este mes de enero un plan de choque para frenar el déficit de profesionales sanitarios que afecta a Castilla y León, en cuya redacción participará la Universidad de León. La estrategia tiene su horizonte puesto en el año 2017 y se enmarca dentro del pacto profesional y social anunciado por el responsable de este departamento, Francisco Javier Álvarez Guisasola, en las Cortes con motivo de su comparecencia de legislatura. El estudio, de carácter integral, parte también del grupo de trabajo creado entre la Consejería y los rectores de las cuatro universidades públicas de Castilla y León en septiembre, con el objetivo de plantear medidas a corto y largo plazo. De hecho, las medidas en materia de formación tendrán repercusión en el sistema en unos diez años, cuando los actuales estudiantes concluyan su formación, y en cinco, cuando los nuevos titulados finalicen su preparación MIR, aunque el plan también prevé actuaciones de carácter inmediato. Para elaborar la estrategia, los responsables de la Consejería han venido trabajando en los últimos meses sobre un estudio de necesidades de recursos humanos, «clave en la planificación», precisó a Ical Álvarez Guisasola, quien añadió que «se trata de un plan específico para atender el conjunto de necesidades y estructurado en tres áreas de actuación». El citado estudio de plantillas se centra en la previsión de médicos de atención primaria y especializada para los próximos años e incluye las necesidades de los sistemas, así como otros elementos como el número de médicos extranjeros, motivos por los que se marchan los profesionales, etc. Acceso a Medicina Uno de los tres apartados se centrará, en colaboración con la Consejería de Educación, en el ajuste de la admisión de alumnos a las facultades de Medicina, tras un análisis de la situación actual y futura. En el caso de la formación MIR, la estrategia abordará, sobre todo, las especialidades deficitarias, tales como pediatría. En tercer lugar, Sanidad ha planificado un conjunto de medidas inmediatas que se aplicarán en la presente legislatura, con el fin de evitar déficits que puedan producirse en el sistema. Estas últimas acciones pasan por la rebaja de la tasa de interinidad al cuatro por cierto a lo largo de la Legislatura, para lo que en este primer año se dedicarán 1,05 millones; la incentivación de profesionales y planes específicos en los centros donde se detecten carencias. Para afrontar la estabilidad, la Consejería prevé una inversión de otros 12,7 millones que se dedicaron a cubrir las plazas de médico y enfermería de área de Atención Primaria, y para mejorar las condiciones laborales y retributivas de los médicos residentes en formación habrá una partida de 9,8 millones de euros, que repercutirá en 1.226 profesionales, según figura en los Presupuestos de Sanidad para el 2008. Dentro del capítulo de recursos humanos, los proyectos más significativos de la consejería para el año que ahora comienza año pasan por el acceso al segundo grado de la carrera profesional y estructurar el segundo; así como el reconocimiento de los trienios al personal estatutario temporal, que se equipararán las retribuciones del personal funcionario sanitario a su equivalente estatutario, una «antigua reivindicación». También verá la luz el nuevo Plan de Seguridad Laboral, que ya se encuentra en fase de alegaciones y que en breve será aprobado, tras la ratificación de los representantes de los trabajadores.