Fomento licita las obras del tramo entre León y Santas Martas de la A-60

El Ministerio de Fomento frena por fin el contador temporal de los retrasos en el tramo León-Santas Martas de la futura autovía a Valladolid tras licitar las obras de los 27 kilómetros de la infraestructura que tendrían que haberse adjudicado a finales del pasado año, según las previsiones oficiales del Ejecutivo central, anunciadas en el mes de marzo del 2007. El presupuesto base de la actuación asciende a 186,5 millones de euros para construir una infraestructura que aparece al sureste de la ciudad y que afectará a los términos municipales de Villamoratiel de las Matas, Santas Martas, Mansilla de las Mulas, Mansilla Mayor, Villasabariego, Valdefresno, Villaturiel y León. Con la publicación en el BOE de este paso burocrático, la provincia se asegura que las obras comiéncen en el trazado vial antes de que finalice el año, aunque si el devenir discurre paralelo a los plazos alcanzados en el primer tramo desbloqueado de la provincia vallisoletana, los trabajos comenzarían consumidos, al menos, los primeros ocho meses del actual ejercicio -después de agosto-. El eje de comunicación entre las dos provincias vecinas es fundamental para descongestionar de tráfico la Nacional-601, a pesar de que sólo 3.000 de los casi 20.000 conductores que usan a diario esta carretera en León tienen el punto de destino en Pucela y son, por tanto, mayoritarios los que la utilizan para entrar o salir de la capital sin recorrer grandes distancias. En cuanto a las características técnicas del proyecto, el génesis del tronco de la autovía arranca unos 2.500 metros al sur del núcleo urbano de Santas Martas, donde enlazará con el recorrido Villanubla-Santas Martas de la A-60. Tras separarse de la N-601, la traza gira suavemente hacia el noreste, hasta llegar a la confluencia con la A-231, que se resuelve con tipología de turbina modificada. A la altura del punto kilométrico 4+560, el itinerario salva la futura Línea de Alta Velocidad Palencia-León y posteriormente, en el 5+500 proyecta un viaducto para el cruce del tendido ferroviario convencional y el arroyo Valdearcos. Más adelante, en el 8+400, se dispone la primera intersección con el Camino de Santiago para el que se prevé un paso superior con acera suficiente para el trasiego de peregrinos. Y antes de llegar al río Esla, se cruza la carretera de acceso al Centro Penitenciario y la N-625 de Mansilla de las Mulas a Cistierna y Riaño, donde realizarán un enlace tipo trébol parcial. Tras cicatrizar la N-625 y el Canal del Porma, así como la Colada de Villomar, el perfil gira hacia el noroeste y cruza el río Esla mediante un viaducto de unos 740 metros y el río Porma en el p.k. 19+000. En esta zona, el trazado queda condicionado por los yacimientos arqueológicos de la «Antigua Ciudad de Lancia» y se aproxima a la N-601, disponiéndose una conexión de tipo diamante con pesas. Salvar las dificultades A continuación, el diseño tuerce hacia el norte, alejándose de la carretera actual, y burlando el encauzamiento del río Moro y la LE-213. Tras el paso del río Porma, mediante un viaducto de unos 450 metros, la autovía cruza sobre la Colada del Boñar y bajo la CL-624, donde se prevé un nuevo engarce. En el p.k. 21+300, la infraestructura rebasa el Canal de Arriola, alejándose del núcleo de Sanfelismo y atraviesa, entre el p.k. 22+500 y el p.k. 23+000, la carretera de acceso a esta población, el arroyo de la Pega, el Camino de Santiago y la N-601. En el último tramo, la autovía aparece al sur de la N-601 para entroncar en el kilómetro 27+300 con la Ronda Sur de León (LE-30), entre el enlace con la carretera a Villaroañe y la N-601. La solución prevista consiste en una comunicación tipo «estrella» que resuelve la concurrencia entre la A-60, la LE-30 y la N-601.