La Junta traslada al campo la responsabilidad de la lucha contra los topillos

Nadie imaginó la capacidad de supervivencia de la plaga de ratones. Ni siquiera la Junta, que ya ha puesto en marcha un nuevo plan de sujeción del avance de los topillos en el que cede la responsabilidad de la lucha a los agricultores. Así se explicaron los técnicos del Instituto Tecnológico Agrario en los encuentros que han celebrado los dos últimos días con agricultores de varias localidades del sur de la provincia leonesa. En las ponencias a los campesinos, se explica la estrategia a seguir en cada zona para mitigar los efectos de la plaga. Una de las primeras medidas que el Itacyl está aconsejando es poner en práctica técnicas culturales agrícolas como el laboreo, para destruir el medio del animal, y la limpieza y vigilancia de cunetas, ya que según se pone de manifiesto en estas charlas, es ahí donde se encuentran las poblaciones a la espera de la llegada de la primavera, momento en que saldrán para buscar el cereal. No falta el recuerdo al origen de la plaga, y a las circunstancias que propiciaron la expansión de la población de roedores por las más diversas zonas de cultivo. Además, en estas conferencias dirigidas tanto a agricultores como a cualquier persona que viva en el medio rural, se les informa de que, una vez realizadas las técnicas culturales pueden acudir a las cámaras agrarias y a través del servicio de sanidad vegetal se les facilitará el producto para el tratamiento. También se aclara que las pérdidas ocasionadas por los efectos de la voracidad de los ratones no tienen ningún tipo de compensación a través de seguros. Las molestias mayores para los agricultores leoneses se localizan ahora en las simientes de cereal de invierno y colza, que han acabado devoradas por los ratones, reagrupados tras el otoño y ajenos a las bajas temperaturas, en huras a profundidad de entre 20 y 50 centímetros de profundidad, según aclararon los técnicos del Itacyl que participan en las charlas. Además de la responsabilidad que le deriva la Junta a los agricultores en las tareas de combate a los ratones, la administración también giró circulares a los alcaldes, en las que exigen su implicación en velar por el buen uso del veneno para repartir la ponzoña para los topillos en los municipios correspondientes. El avance de la plaga ya es patente en diversas zonas de cultivo de la provincia leonesa, hasta ahora ajenas a los roedores; Tierras de León, el Órbigo y el entorno de La Bañeza. La Junta, mientras, hace previsiones. En estos momentos, la evolución de la plaga depende, en gran medida, de la meteorología. Según técnicos del Itacyl, lo ideal sería golpes de frío con mucha humedad para que la naturaleza mermara la plaga de topillos.