Diario de León

Los ingenieros advierten de que apenas existen medios eficaces para luchar contra esta nueva plaga

El fuego bacteriano ha atacado ya a 20.000 árboles en toda la provincia

El colegio de agrónomos cifra en más de 550.000 euros el coste de esta enfermedad

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Ana Gil - león
León

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El fuego bacteriano ha atacado ya a 20.000 árboles de la provincia leonesa desde que se detectase el primer foco. Así lo aseguraba ayer el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León y Cantabria a través de un comunicado en el que analiza la evolución de esta enfermedad que califica como «la más grave que afecta a los frutales de pepita a nivel mundial». Entre los datos que aparecen en el citado escrito, destaca que, actualmente, se encuentran en proceso de arranque cerca de 14.000 árboles -el 70 por ciento perales y caso el 30 por ciento manzanos- como una de las medidas puestas en marcha para tratar de erradicar esta plaga cuyos trabajos de vigilancia, detección y análisis «ha supuesto un gasto que supera ya los 550.000 euros». A esos 14.000 habría que añadir los 5.800 árboles afectados en distintos puntos de la provincia. Focos puntuales en El Bierzo Además, y según las mismas fuentes, durante el 2007 se han analizado cerca de 3.000 hectáreas en diez municipios del Bierzo, «detectándose algunos focos puntuales que afectan a una zona muy localizada». Mientras, en el resto de la provincia se han inspeccionado 22 términos municipales, con un resultado de 5.800 árboles afectados, de los cuales el 61 por ciento fueron perales; el 22,5, manzanos; el 8 por ciento, membrilleros y el 8,5 por ciento, ornamentales. Estas casi 6.000 plantas infectadas se encontraron en las comarcas de La Cepeda, León, La Sobarriba, Las Omañas y Valdesamario -zonas en las que la incidencia es mayor que en El Bierzo- y casi exclusivamente en jardines de viviendas y huertos familiares. El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León asegura que «los métodos curativos de control son muy poco eficaces» y advierte de que el fuego bacteriano puede causar la muerte de numerosos árboles de Castilla y León, ya que «apenas existen medios eficaces para luchar contra esta nueva plaga».

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