Adicciones sobre el papel

La Dirección General de Tráfico propondrá a los centros de reconocimiento médico que incluyan en el protocolo exploratorio una historia clínica del conductor que podrá ser explotada por Tráfico y en la que se podrá incluir si hay sospechas de que el conductor sufra algún tipo de adicción de drogas o alcohol, aunque este dato no se realizaría de forma sistemática, según advirtió ayer el el asesor médico del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, el doctor Juan Carlos González Luque. La información sería utilizada por la Administración con todas las salvaguardas que impone la ley de protección de datos personales. El futuro Reglamento General de Centros de Reconocimiento, que saldrá publicado en unas semanas, regularizará la actuación de un sector que actúa por autorización del Ministerio de Sanidad y de la DGT, y cuyo carácter privado ha hecho que la Administración tenga dificultades para su control. Estas novedades fueron presentadas por González Luque durante su intervención ayer en un coloquio sobre drogas y conducción organizado por Anis (Asociación Nacional de Informadores de la Salud). Los centros de reconocimiento médico ofrecen, además del citado reconocimiento, la gestión íntegra de los papeles para la renovación de los permisos de conducir por un coste aproximado de unos 60 euros. Generalmente, el test sólo se realiza sometiendo al conductor a una serie de preguntas sobre su estado de su salud. El coste del certificado médico es de unos 35 euros. La nueva normativa del Ministerio del Interior recoge que aquellos conductores con más de 45 años y menos de 65 renovarán su carné cada diez años en lugar de hacerlo cada cinco, tal y como estaba establecido hasta el año pasado, lo que afecta a 84.450 conductores que representan el 31% de los de toda la provincia. Asimismo, los conductores de más de 70 años renovarán su carnet cada cinco, en vez de cada dos.