No son todo flores en el campo

León no tiene un AVE, pero sí un Alvia. La promesa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alzada a la conclusión del consejo de ministros celebrado en León en el 2004, de que la capital leonesa contaría con la alta velocidad en el 2008 es ya un compromiso roto. El Ejecutivo central no ha cumplido con su palabra y la línea de ancho internacional, necesaria para que circulen los AVE, entre Valladolid y León, arrastra tantos retrasos que el Partido Socialista admite ya que antes del 2010 no será posible tener la infraestructura terminada. De hecho, de los 137 kilómetros de tendido entre las dos provincias no hay ni un sólo metro en fase de obras y son varios los tramos que están aun en fase de estudio informativo. Sólo el trazado comprendido entre Río Cea y Bercianos del Real Camino está ya licitado, por 55 millones de euros, y tiene un plazo de ejecución de 24 meses, por lo que los tiempos son, incluso, bastante generosos. Los leoneses tendrán que esperar al menos dos años para disfrutar de los mismos vehículos ferroviarios que ya tiene Valladolid. A partir de ese día, el trayecto a Madrid será cosa de una hora y cuarenta minutos, tiempo demasiado competitivo como para desplazar del juego a las demás empresas.