La asamblea de Antibióticos votará si acepta un preacuerdo con la empresa

Una reunión maratoniana que, finalmente, acabó en preacuerdo. La representación social de Antibióticos y los directivos de la empresa se reunieron ayer, desde primera hora de la mañana, con los mediadores del Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla), para intentar acercar posturas respecto a las reivindicaciones salariales de los trabajadores, que han llevado al comité de empresa a convocar una huelga indefinida a partir del próximo día 6. A última hora las partes fijaron un preacuerdo, que será sometido a la votación de la asamblea de trabajadores mañana viernes o el próximo lunes, y que de momento deja aplazada la convocatoria de huelga. El preacuerdo firmado anoche, y que será explicado a los trabajadores, contempla la consolidación en la masa salarial de una subida del 3,5% para este año. La subida fijada en el convenio de Químicas establece un incremento del 4,8% (la subida del IPC, un 4,2%, más 0,6 puntos). El 1,3% de subida restante queda aplazado al momento en el que la empresa obtenga beneficios. El preacuerdo sí contempla el pago a lo largo de este ejercicio del 1,2% de incremento salarial que se debía a los trabajadores del ejercicio del 2006. El preacuerdo firmado anoche entre los representantes de los trabajadores y la empresa supone superar el bloqueo que se produjo en el encuentro mantenido por ambas partes el martes, que terminó sin acuerdo. El comité de empresa exigía, de acuerdo con lo decidido en asamblea de trabajadores, la aplicación económica íntegra que marca el convenio del sector para los años 2007 y 2008; y se daba la opción a la empresa de pagar a plazos los atrasos generados. Sin embargo, la empresa ofreció un incremento inferior. Por su parte la empresa criticó, a través de un comunicado, las «posturas rígidas» de la representación social; y achacó la convocatoria de huelga a una intención de aumentar la presión sobre la multinacional italiana para que acelere los plazos de ejecución del Plan Industrial. Desde la dirección se recuerda que la evolución de los objetivos del Plan Industrial (que debe llevar a la empresa de nuevo a beneficios) es positiva, pero advierte de que aún son necesarios sacrificios por la situación económica de la empresa. Y recuerda también que la compañía tiene ya «suficiente presión» con los objetivos fijados como para aumentar tensiones con movilizaciones laborales.