Pedro Alvarado se enfrenta a dos años de cárcel, acusado de copiar una marca
El ex alcalde de Cistierna, Pedro Alvarado (en calidad de administrador de la una empresa lactoganadera de Mansilla de las Mulas) y el presidente de la Cooperativa CEA-Esla serán juzgados hoy, a partir de las 11.55 horas en el Juzgado de lo Penal número 1 de los de León, acusados de un supuesto delito contra la propiedad industrial, por el que el Ministerio Público solicita una condena de dos años de prisión, tres años de inhabilitación para la administración de sociedades y empresas dedicadas a la comercialización de productos alimenticios y una multa de 18 meses a razón de 6 euros diarios, más una indemnización de 85.000 euros a la mesa de la quiebra de la empresa demandante. Los hechos se remontan a principios de año del 2003. Según las calificaciones provisionales presentadas por el fiscal, los acusados tuvieron constancia de que la empresa «Quesos Rofer» de La Pola de Gordón había dejado de comercializar sus productos y al saber que existía una fuerte demanda de los mismos, idearon «Quesos Rufor» y ordenaron confeccionar una etiqueta para los quesos que era muy similar. Siempre según el fiscal, los acusados vendieron los quesos hasta noviembre del 2003, cuando mantuvieron una reunión con representantes de Rofer que les conminaron a cesar en la actividad con esa marca. En octubre del 2003, los acusados solicitaron a la Oficina Española de Patentes y Marcas el registro de la marca «Rufor Rufor» que fue denegada en agosto del 2004. Para el fiscal, se trata de un supuesto delito contra la propiedad industrial, por el que la acusación particular, que encarna a la empresa quesera hipotéticamente copiada, exige una pena de tres años de prisión para los dos principales imputados y una indemnización de un millón de euros. En la demanda se añade a otras tres personas más, acusadas de cooperación, para las que las calificaciones provisionales contemplan la petición de una pena de dos años de prisión. Inocentes, según la defensa La defensa de los dos principales sospechosos entiende que solamente procede la libre absolución, puesto que los implicados consultaron con una empresa la posibilidad de utilizar la marca y así lo encargaron a una empresa de comunicación. Sin embargo, en cuanto a finales de octubre se produjo la reunión con dos de los representantes de Quesos Rofer, abandonaron la comercialización de los productos y la suspendieron en mayo del 2004.