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| Reportaje | Apuesta por el mundo rural |

Golpe mortal a la ganadería leonesa

La ley ambiental de adecuación de cuadras en cascos urbanos, impulsada por la Junta, obliga al cierre de miles de explotaciones

Un rebaño pasta en las cercanías de un pueblo de la montaña

Publicado por
A. Caballero - león
León

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Miles de cuadras leonesas penan, al borde del cierre, uncidas al yugo impuesto por la ley impulsada por la Junta en el mes de mayo del 2005 para regularizar su situación en los cascos urbanos. Una reglamentación que ha terminado por conceder validez a los augurios de los ganaderos leoneses a los que tildaron de «agoreros de malos presagios», que se han convertido en una realidad con la cual se les hace casi imposible sobrevivir. Por encima de precios y desacuerdos sobre el beneficio que se llevan los intermediarios sin que lo huelan los productores, la adecuación de los establos se ha erigido en estos momentos en el principal problema estructural del sector, que figura como eslabón más fuerte para mantener anclada población al mundo rural. Un área para el cual se diseñan estrategias y se publicitan paquetes de medidas que chocan contra los números de las estadísticas anulaes: cada vez menos en los pueblos. Ni hay medios económicos, ni ayudas de las administraciones, mientras que, en cambio, se multiplican las cortapisas de ayuntamientos y leyes ambientales, según denuncia la ganadería provincial, afectada sobre todo en la franja norte, donde se retrepa la orografía y los condicionantes Lejos parece que quedan las promesas -previas a las elecciones municipales y autonómicas de mayo del pasado año- mantenidas por el anterior consejero de la Junta, José Valín, quien llegó a plantear como salida airosa la construcción de polígonos ganaderos en los que se agrupasen las cuadras. Un año después, no hay polígonos y los ganaderos hacen las maletas para irse. La amenaza que se cierne crea la paradoja Clemente. En el 2005, como consejera de Medio Ambiente, fue una de las impulsoras de la ley -apoyada por los socialistas- y ahora, al frente de Agricultura y Ganadería, le toca el papel de defender al sector que arimó al abismo.