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La tonelada de remolacha se pagará a 37 euros, seis menos que en otras comunidades del norte

La remolacha se cobrará un 12% menos en León por la falta de ayuda de la Junta

Ninguno de los 433 agricultores que ya abandonaron voluntariamente cobrará un solo euro

Un camión vierte su carga de remolacha en la azucarera de La Bañeza, en una imagen de archivo

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F. Ramos - león
León

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Nueva vuelta de tuerca al campo leonés que está visto que a alguno, sobre todo de Castilla, no le interesa que levante cabeza. Cuando todo apuntaba a que el sector remolachero estaba llamado a ser uno de los revulsivos de futuro, ya que esta comunidad y, por supuesto, León estaban llamados a quedarse con el 100% del cultivo y de la producción del país, tras el abandono masivo, sobre todo, en Andalucía, llega un nuevo varapalo de manos, esta vez, de la Junta de Castilla y León y de los agricultores de Ávila, Valladolid y Palencia, los que entregan su cultivo en la fábrica de Peñafiel, condenada a cerrar al menos en dos campañas. El plan de reestructuración del sector fijaba el cierre de dos industrias en la comunidad: Peñafiel y Miranda de Ebro. Pero, esta última gracias al apoyo de los ejecutivos autonómicos de La Rioja y del País Vasco, que han asegurado que aportarán 5 euros por tonelada de remolacha, va a mantenerse abierta y con las 350.000 toneladas de producción. Esto significa que los agricultores de esas comunidades podrán seguir cultivando y a un precio de 42 o 43 euros por toneladas, mientras que aquí el precio será de 36,5 o 37 euros la tonelada, seis euros menos, lo que representa una cifra un 12% más baja que la de las comunidades limítrofes del norte, por la falta de apoyo de la Consejería de Agricultura. A esto hay que añadir la negativa de los cultivadores de Valladolid, Palencia y Ávila de repartir entre todos los agricultores de la comunidad el dinero por el cierre de Peñafiel, como se hizo por ejemplo en Andalucía. Aquí, estas tres provincias dijeron no y se han quedado con todo el pastel tras el anuncio de cierre de la fábrica de Peñafiel. La primera consecuencia: que ninguno de los 433 agricultores leoneses que abandonaron de forma voluntaria 68.700 hectáreas de producción van a a recibir un solo euro. Además, los que sigan con el cultivo tampoco percibirán los entre ocho y diez euros que estaban previsto para continuar y, todo, con la connivencia de la Junta de Castilla y León.