«Me he limitado a mejorar en todo lo que he podido la justicia de León»

No da la sensación de estar excesivamente nervioso en la víspera y se declara convencido de que dormirá «las siete horas de todos los días» la noche anterior a la ceremonia. Pero tampoco es de hielo y se le ilumina la cara cuando describe la paciencia con la que su familia soporta los inconvenientes que conllevan el cargo y está convencido de que en el momento de la imposición de la medalla el primer pensamiento irá dedicado a su padre (un mínimo atisbo de lágrimas incipientes en sus ojos así lo atestigua). Juan Carlos Suárez-Quiñones será aún más ilustrísimo hoy, con su ingreso en la nómina de condecorados con la Cruz Distinguida de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort. -¿Ha asimilado ya la distinción que le van a conceder? -Es una medalla que premia a las personas que se distinguen en la Justicia por méritos o motivos especiales y sinceramente, no sé si yo seré merecedor de algo así. La verdad es que siento una mezcla de responsabilidad y satisfacción. Seguro que será un acicate para los momentos duros. -¿De dónde le viene la vocación? -En realidad yo estudié por la rama de Ciencias. Soy un enamorado de la técnica aeronáutica y muy manitas. También me encantan los documentales del National Geographic, por ejemplo. Pero hubo un momento en el que tuve que tomar una decisión profesional y me decanté por la otra rama, aunque en mi familia no había tradición de juristas. Hace falta tener una vocación muy firme para superar una oposición tan dura como ésta. -Quienes le conocen lo tienen a usted por un hombre tenaz... -En realidad más bien soy una persona constante y muy organizada. Le pongo a todo mucha ilusión, eso sí que es indiscutible, lo reconozco. -¿Su faceta docente es un complemento profesional? -Estoy muy agradecido a la Universidad de León. Llevo dando clase en la Escuela de Práctica Jurídica desde 1997 y la ventaja que tenemos aquí es que esta es una universidad de tamaño medio y todos nos conocemos. De aquí han salido muchos nombres ilustres. Hay grandes catedráticos extranjeros formados en León. -Una parte muy importante del reconocimiento que se le va a dispensar tiene mucho que ver con su gestión, a tenor de la opinión generalizada... -Me he limitado a mejorar en todo lo que he podido la justicia de León. Pero quedan muchas cosas por conseguir todavía. En cuatro años hemos conseguido cuatro juzgados más, se ha creado el Servicio de Atención al Público, hemos avanzado en la digitalización, Lexnet ya es una referencia nacional, las obras de ampliación de los Juzgados siguen su curso. Pero también me gustaría conseguir más cosas. Queremos crear una página web que facilite información específica al ciudadano, y todo aquello que nos permita acercar la justicia al ciudadano para que el ciudadano no necesite acercarse a la justicia. -¿Seguirá reivindicando mejoras? -Ya lo he hecho ante el presidente del Gobierno el día de la inauguración de la pista del aeropuerto. Necesitamos otro juzgado de Primera Instancia, ampliar el Registro Civil que ha doblado el trabajo que tenía en apenas siete años, ampliar en Juzgado de Paz de Villaquilambre donde dos funcionarios atienden a una población de 30.000 personas, crear un Servicio Central de Registro de Escritos, modificar el ámbito territorial para que los Juzgados de Villablino pasen a depender de Ponferrada y por supuesto, descentralizar una sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Hay que colocar a León en su sitio en la justicia de la autonomía. -¿No le tienta la política? -Nunca puedes decir qué va a pasar mañana, pero no está entre mis preferencias. He tenido ofertas pero de carácter profesional, no político. Y tres veces me han propuesto irme de León, una de ellas con un cargo importantísimo, pero pesa más en mí León y mi familia. Soy leonés por encima de todo, me tira mucho esta tierra y creo que por ahora, no es el momento. -¿Cómo organiza el tiempo libre, si es que lo tiene alguna vez? -Mi mujer y mis dos hijos se lo llevan casi al completo. Soy una persona familiar y nos encanta irnos al cine, hacer turismo por la provincia o por las comunidades limítrofes. -¿Van a seguir sus hijos su estela profesional? -Ni lo creo ni se lo aconsejo. El mayor tiene 15 años y es tremendamente inteligente, pero creo que disfrutará más de la vida con sus propias preferencias. -Ahora que la presunta soledad de los jueces se ha vuelto tema recurrente, a nadie se le ocurre pensar en la soledad de la esposa del juez... -La mía ha sido maravillosa siempre. Respeta tremendamente los diezmos de mi profesión y no ha salido nunca de su boca un solo reproche por mis constantes viajes. -Todos juntos en un día especial... -Va a ser mi día de oro. Puede haber otros mejores o peores, pero como este nunca habrá ninguno. Es básicamente una reunión de amigos y familiares y eso no se puede sustituir por nada. -Y a partir del lunes ¿qué? -Queda muchísimo por hacer. Tratamos 55.000 asuntos al año, pero hay que dar respuesta más rápida a los que se retrasan.