| Reportaje | Hasta el alma de la cordillera |
El tren rápido coloniza la montaña
Las vertientes asturiana y leonesa se unirán a través del tren de alta velocidad en sólo 35 minutos, pero eso sí, una vez que se hayan extraído cerca de 500 millones de toneladas de roca del macizo
La verdadera espectacularidad de la mayor obra ferroviaria europea, que se está desarrollando entre León y Asturias, sólo se puede asumir si se contemplan de cercalas gigantescas tuneladoras que han horadado ya más de 35.000 metros de montaña desde el año 2003, cuando se daban los primeros pasos de las obras de la Variante de Pajares. Supondrá al final del proyecto una inversión de 2.300 millones de euros. Pero como es lógico, una obra de esta envergadura ha pasado por diversas vicisitudes, sin embargo, a día de hoy y así lo confirmó ayer el director de Infraestructuras, Víctor Morlán, se están cunpliendo los plazos establecidos y hasta el momento ya se ha ejecutado un total del 75% de los túneles y un 58,8% del proyecto global. Los trabajos del AVE suponen la obra civil de ingeniería más compleja de España del Plan de Infraestructuras y, de hecho, sólamente el montaje de la obra en el paraje de La Gretosa, donde se encuentran las dos bocas de los túneles de LaPola, que ayer fueron visitadas por el ministro Alonso y su comitiva , se emplearon más de seis meses. No en vano, al final de la obra, se habrán extraído cerca de 500 millones de toneladas de roca del macizo, para poder unir las dos vertientes: asturiana y leonesa. El corredor ferroviario contará con una longitud de 50 kilómetros para llegar desde Asturias a León en 35 minutos. Este proyecto forma parte del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT 2005/2020), definido por el Ministerio de Fomento, que pretende promover el desarrollo de una red ferroviaria que facilite la movilidad de los ciudadanos. Sin embargo en la calle, los habitantes, sobre todo de la comarca de Gordón no dicen lo mismo. Claro, que aseguran que es una obra de grandísimas magnitudes; pero también afirman que las obras del AVE no han generado todas las expectativas que en un principio se barajaban e incluso han llegado a causar graves trastornos medioambientales en diversas localidades derivadas del humo de las tolvas. Si a ello le sumamos los desencantos por la rotura de varios acuíferos en distintas pedanías de Gordón y La Tercia, la cosa cambia y en la calle hay veces que no se puede hablar ni siquiera de las obras del tren de alta velocidad.