| Entrevista | José Luis Concepción Rodríguez |
«Las transferencias no van a ser la panacea pero darán cercanía»
El presidente del Alto Tribunal celebra el carácter reivindicativo de la judicatura leonesa: «Los leoneses tienen una conciencia muy clara de lo que son y de lo que debe de ser León»
La salida y la meta se divisan equidistantes a estas alturas de su mandato. José Luis Concepción (Segovia, 1962) elige León por destino en unas de las muchas excursiones a las que le obliga su cargo de presidente del principal tribunal de justicia de la autonomía y por las que 100.000 kilómetros anuales después, ya sabe que poner paz en nueve provincias guerreras (más unas que otras) es complicado. Casado y con tres hijos, es Doctor en Derecho por la Universidad de Oviedo. De Grado (Asturias) a Badalona (Barcelona) hay la misma distancia que de juez de Primera Instancia a Magistrado. La Audiencia Provincial de Barcelona lo especializó en Derecho Mercantil y por el mismo precio, un cursillo acelerado de seny que aún le dura. Ingresó en 1989 en la carrera fiscal y se mantiene en excedencia. Desde octubre del 2001 es secretario de la Asociación Profesional de la Magistratura y profesor asociado de Derecho Civil en la Universidad de Barcelona. El programa de visitas del gobierno de los Estados Unidos le invitó no hace muchos años a conocer el sistema judicial norteamericano. Una de sus múltiples facetas como jurista internacional. Quienes le conocen en la jurisprudencia leonesa le definen como una persona brillante. Tiene por delante página y media para corroborarlo. -¿Qué balance hace de su mandato como presidente hasta ahora y qué hay que esperar de lo que le queda en el resto? -... hombre, para empezar es una pregunta de nota... Creo que habría que empezar hablando de infraestructuras y de nuevas tecnologías. Cuando llegué en julio del 2005, poco se había hecho en este terreno. Por poner un ejemplo, el propio recorte de periódicos que el entonces incipiente servicio de prensa del TSJ ofrecía sólo a los Magistrados del edificio de la Audiencia de Burgos, era de papel. Yo entendí que a comienzos del siglo XXI aquello no era de recibo y que además de informarse, la justicia tenía que informar. El mismo derecho tienen que tener el juez de Almazán y el de Villablino que el Magistrado de la Sala de lo Social con sede en Burgos. Aquel recorte de prensa se ha hecho más ambicioso y al propio tiempo pudieron disponer de él y usarlo todos los jueces y secretarios judiciales y empezamos a incorporar las nuevas tecnologías a la vida normal. En septiembre hemos dado un paso que quizá en la iniciativa privada pueda parecer no digno de mención pero que en la judicial lo es, que consiste en la creación de la página web. Solamente Cataluña y Castilla y León disponen de ella. Puede ser un instrumento muy útil para los que trabajamos dentro y para los ciudadanos que están fuera. La misma memoria del Tribunal se realiza ahora aprovechando las nuevas tecnologías. Hay magistrados reacios, pero cada vez son menos y trato de que se vaya abandonando el soporte de papel para aprovechar las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías. Por eso soy un apasionado de Lexnet, que funcionaba en León desde hace cuatro años, que en Burgos empezó hace tres meses y creo haber arrancado el viernes un compromiso al secretario de Estado de Justicia en León para que lo extienda al resto de las provincias de la comunidad en los próximos meses. Vamos a ser la única comunidad autónoma que dejará de usar el soporte de papel para trabajar con este instrumento. -¿Está satisfecho del nivel de calidad que ofrece la justicia en la autonomía? -Yo creo que se han hecho cosas importantes en materia de comunicación. Antes la justicia parecía algo enigmático y poco transparente para el ciudadano, y hay que acabar con esta visión. Tenemos una carrera judicial de primer nivel europeo y por tanto mundial y los jueces españoles tienen una preparación y una formación superior a los demás. La respuesta es buena en la relación tiempo-calidad pero no hemos sabido llevar al ciudadano esta sensación. El TSJCyL está diciendo al ciudadano que los jueces de esta tierra están preparados y tienen una altísima valoración. Son grandes profesionales. -¿En su agenda de objetivos de cara al futuro más o menos inmediato, figura algún asunto marcado en rojo especialmente importante? -Llevar el Tribunal Superior al nivel de modernidad que merece. Hay que seguir en esta vía, incluso a nivel formal. Creo que el TSJ es más conocido ahora que hace años e incluso en los actos oficiales hemos conseguido hacernos un hueco que antes no teníamos, y que me ha costado mucho conseguir. El Tribunal Superior tiene que relacionarse con todos los sectores profesionales y políticos en las nueve provincias de la comunidad. -¿León reivindica más que otras provincias? -Creo que es bueno reivindicar. León es una tierra que tiene medios y una historia y una idiosincrasia muy genuina. Los leoneses tienen una conciencia muy clara de lo que son y de lo que debe de ser León. Yo soy el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla... y León. En consecuencia no me olvido de que León es una de las ciudades más importantes de este territorio, que judicialmente es una de las sedes más importantes. Las necesidades judiciales de León son grandes, importantes, y uno de sus partidos judiciales como es Ponferrada tiene más importancia que muchas capitales de provincia. El Bierzo tiene mucha personalidad y sus juzgados, aparte de ser los únicos servidos por Magistrados sin ser capitales de provincia, tienen un volumen de entrada de asuntos superior a las capitales si exceptuamos Burgos, Valladolid, León y Salamanca. León es una de las ciudades a las que más vengo como presidente del TSJ. Creo que hay que estar en todos los partidos judiciales, visitando a sus jueces y las instituciones y saber qué se necesita para poder pedir. Yo también soy reivindicativo. Lo único que hago es recoger las peticiones que se me hacen y trasladarlas a quien corresponda. -¿Qué le hace pensar que las transferencias a las comunidades van a resultar positivas? -Siempre digo que no van a ser la panacea de nada, que no van a resolver los problemas que tenemos, pero nos ofrecerán soluciones de cercanía. Quien gestione los medios personales y materiales estará a nuestro lado y solamente atenderá nuestras pretensiones y no las de otros muchos territorios, con lo cual vamos a ganar tremendamente en cercanía y eficacia a la hora de gestionar y distribuir los medios. Ni las transferencias nos lo van a solucionar todo ni vamos a encontrar las respuestas a todo al día siguiente de que se aprueben las transferencias. Esto va a ser un proceso largo, para que podamos llegar a estar a la altura de otras comunidades autónomas que ya iniciaron sus procesos hace más de veinte años.