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Esta(n)tutos, menos León 14
Veinticinco años no es nada, y para León han sido nada de nada, hasta el punto de que un niño de León, por el mero hecho de serlo, nace con menos oportunidades que uno de Valladolid o Burgos
Autonomía Leonesa. Falleció el 23-2-1983, tras más de 1.000 años de historia, que bien merecen más respeto, con la bendición apostólica de leoneses como Rodolfo Martín Villa, Dionisio Llamazares.... y otros que participaron del festín junto a un sinfín de castellanos. La vorágine de la campaña electoral ha dejado en un segundo plano esta desgraciada efeméride para León. A León lo administra Castilla porque lo decidieron 199 diputados socialistas, con la abstención de 98 centristas y Coalición Popular. Hubo seis votos en contra. Mañana se cumplen 25 años de la firma del estatuto de autonomía de Castilla, porque de León no tiene nada. Ahora, los castellanos lanzan sus loas y alabanzas y para eso utilizan todo el aparato que en este cuarto de siglo han montado a la ribera del Pisuerga y califican como «indecente», algo de los que ellos saben mucho, las críticas y todo lo que no vaya al besamanos. Indecente es que Valladolid haya cuadruplicado en inversión durante estos últimos 25 años a León; indecente es que Boecillo esté lleno de empresas, mientras el Parque Tecnológico de León sólo ha vivido un estreno vacío; indecente es que la Junta centralice en Pucela todas las consejerías y sedes políticas y sociales de relevancia y a León sólo le deje migajas; indecente es que el Banco de España siga en Valladolid y se cerrara en León, con el beneplácito de la entonces consejera de Economía; indecente es que León no tenga más que un consejero. En algo sí tienen razón: ese día se acabó la sequía para Castilla, a costa del agua de León (aunque ese pastel se descubrió más tarde). Mañana es un gran día, para Peces Barba, González, Laborda, Bolaños, gente de ésta. No para León, que en 25 años no han hecho más que hundirlo en la ciénaga.