La Fundación de la Biodiversidad reconoce la labor sostenible de la empresa Urzapa
Medio Ambiente galardona a la única explotación apícola ecológica de León
La distinción del Gobierno aprecia el empeño difusor de Urbano González en la apicultura
Urbano González maneja setecientas colmenas, la mitad en diversos puntos de la provincia de León. La cuantía no llama la atención en un territorio en el que hay más de mil explotaciones y treinta y cinco mil colmenas; lo extraordinario es la consideración de producción ecológica bajo la que produce la miel, una excepción. A este único ejemplo en León de proceso productivo de miel ecológica se le suma una nueva distinción, con el premio de Alimentación ecológica y biodiversidad, que concede cada año el Ministerio de medio Ambiente a través de la fundación Biodiversidad. Urzapa, la marca con la que se distingue el producto que elabora este apicultor leonés en varias zonas del norte (Cantabria y Burgos, además de los colmenares que tiene asentados en la provincia leonesa), fue pionera en la apicultura ecológica y también en la iniciativa de diversificar los productos elaborados a partir de la miel. La sociedad que representa Urbano González no ha dejado de innovar; primero miel líquida, luego polen, productos de cosmética y cuidados de la piel, jabón, gel ... . «Lo último que tenemos en marcha en la comercialización de productos a base de propóleos», actualiza el apicultor mientras desgrana con una precisión científica todo lo que se relaciona con el proceso de la obtención de la miel. Para este apicultor galardonado, distinto hasta para elegir el punto de ubicación del colmenar. Cualquiera de los de Urbano González multiplica los requisitos, ya de por sí estrictos, que impone la normativa del sector. En tres kilómetros a la redonda no puede haber ninguna actividad que interrumpa la labor de las abejas. «No puede haber agricultura convencional dentro de un área de tres mil metros alrededor de las colmenas», especifica el apicultor después de sortear las dificultadas orográficas de una senda que no existe para llegar hasta uno de sus colmenares, orientado al mediodía, resguardado del norte, disimulado en un monte en las faldas del valle del Bernesga. «El sello del consejo de agricultura ecológica lo que hace es certificar que el proceso de elaboración se ha llevado a cabo según unas normas de calidad y ajeno a productos que no salgan de la naturales; incluso, para tratar los enjambres ante una posible enfermedad», sintetiza, con una referencia de reconocimiento para el trabajo que realizan sus colegas en León. «Aquí, desde que se ve venir la primavera o lo días con mejor climatología hay que ser constantes, en la vigilancia», advierte por si alguien se mantiene en la confusión de que en el oficio basta con acudir un día y retirar los panales.