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El demandante es un jefe de Área que sostiene que María Aurora Rodríguez inició el acoso en 1999

Un trabajador acusa de mobbing a la gerente de Servicios Sociales de la Junta

La supuesta víctima exige 300.000 euros de indemnización en la reclamación previa a la demanda judicial

Aurora Rodríguez, gerente de Servicios Sociales de la Junta

León

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El Jefe de Área del Departamento de Administración de la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de León de la Junta de Castilla y León presentó anteayer una reclamación previa ante la Administración autonómica para solicitar la responsabilidad patrimonial de la Junta derivada de lo que el demandante entiende como un caso de acoso moral o psicológico por el que acusa a la gerente territorial de Servicios Sociales en León, María Aurora Rodríguez. La supuesta víctima solicita en el trámite que antecede a la demanda judicial que se reconozca y declare la existencia de la vulneración de derechos fundamentales del trabajador, que se ordene el cese inmediato del comportamiento reponiendo al firmante de la reclamación en el ejercicio activo de sus competencias como funcionario de carrera y que se le abonen 300.000 euros en concepto de reparación de los daños y perjuicios «derivados del comportamiento hostigador», según reza en el texto. Según el escrito presentado anteayer en la delegación territorial de la Junta en León, al que ha tenido acceso este periódico «la gestación de los hechos puede situarse en 1999, sin que a pesar de las acciones promovidas por esta parte se haya alterado en nada el comportamiento de Doña María Aurora Rodríguez y sin que tampoco la Junta de Castilla y León en ninguna de sus instancias haya adoptado medida alguna en orden a poner fin a la situación». Órdenes de aislamiento De acuerdo a su versión, había órdenes directas de aislamiento e incomunicación con respecto a sus compañeros. «Las mínimas órdenes que se me transmiten llegan a través de ordenanzas, nunca de forma directa. En las escasas ocasiones en las que la gerente se ha encontrado con el firmante incluso en presencia de terceros, la única forma de manifestación ha sido a voces y con gritos y descalificaciones». Todo ello se resume «en un eficaz comportamiento conducente a vaciar de contenido un puesto de trabajo sufragado con cargo a los presupuestos de esta comunidad».