Hay que reciclar para no contaminar

El año pasado fuimos de excursión al CTR de San Román. Es un Centro de Tratamiento de Residuos. Fuimos todos los niños del colegio a recoger unos premios y unos diplomas del concurso del Diario de León. Allí vimos cómo trataban las basuras que, en otros tiempos, quemaban o enterraban en grandes basureros que contaminaban todo el ambiente. En el CTR, recogen toda la basura de los pueblos de León. Llega hasta allí la basura en grandes camiones, allí al descargan y la separan, una con máquinas y otra a mano. Separan el vidrio, el papel y el cartón, los plásticos y los restos orgánicos, con estos últimos hacen abonos para fertilizar los campos. Desde nuestras casas podemos ayudar a este reciclaje separando nosotros las basuras. Ponemos en una bolsa el vidrio, que echaremos en el contenedor verde y redondo. Estas botellas y objetos de vidrio las trituran y con esos restos vuelven a fábricas nuevos objetos de vidrio. El papel se echa al contenedor azul, con este papel utilizado hacen folios nuevos, evitando así cortar árboles para su fabricación y la contaminación de las grandes fábricas. Separaremos los plásticos también y además intentaremos reducir este tipo de basura de una forma muy sencilla, como es, utilizando bolsas de tela, o envases recargables. La basura orgánica, restos de comidas, las llevaremos al contenedor verde. En una pequeña caja naranja se tiran las pilas usadas. Las pilas no se reciclan, pero hay que destruirlas, porque contaminan mucho y durante mucho tiempo. Una pila tirada en un campo tarda miles de año en desaparecer y contaminaría durante miles de años la tierra y a los animales y plantas de ese lugar, también se filtraría el agua contaminada, que iría a parar a los ríos contaminándolos también, y matando los peces. La escuela de Pobladura está en una plaza, junto a la escuela hay un «punto limpio», que es un lugar donde hay de todo tipo de contenedores para separar la basura.