Casi 150 inspecciones anuales no permiten frenar sin alarma problemas en una docena de pueblos
La Junta ha realizado en siete años sólo un millar de controles al agua de León
El máximo histórico en arsénico en redes y captaciones analizadas lo ostenta Nistal de la Vega
Desde el año 2000, la Junta ha realizado en León un total de 1.063 analíticas del agua para el consumo humano en redes o captaciones, una media de 150 por año de forma aleatoria, en una provincia con 211 municipios y más de 1.400 pueblos. De acuerdo a este trabajo, la localidad de Nistal de la Vega ha marcado en este periodo el máximo histórico en presencia de arsénico en su agua, con 93 microgramos por litro, cuando la Unión Europea fija en 10 el tope legal permitido. Así lo puso ayer de relieve el experto Enrique Estrada Vélez de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de la Junta, quien evitó pronunciarse sobre las medidas que la institución autonómica debería tomar para afrontar el problema del agua contaminada con arsénico, que ya afecta a una docena de pueblos de León. Además, tampoco quiso valorar si la Junta debió o no advertir sobre este riesgo en estos núcleos, realizando análisis preventivos antes. En la conferencia que pronunció en Veterinaria, «La presencia de arsénico en el agua de consumo de Castilla y León», declinó contestar a ningún tema de carácter administrativo y se centró en la perspectiva científica del asunto en calidad de delegado en la comunidad de la Sociedad Española de Sanidad Amibiental. No obstante, Estrada Vélez quiso tranquilizar a los afectados y recalcó que niveles de arsénico entre los 10 y 20 microgramos por litro son «ridículos» y que tampoco «pasa nada» cuando oscilan entre los 20 y 50. Fijó la tasa en 75 para preocuparse. Este índice únicamente se ha superado en un caso en León: Nistal, con un 88,30 de arsénico en una muestra de enero a la salida de la potabilizadora.