El Ayuntamiento alega que el pedáneo de Villanueva solicitó y apoyó la tala de los chopos
La junta vecinal de Villanueva del Árbol, cuyo presidente pertenece al Impovi y sus dos vocales al Impovi y al Civiqus respectivamente, «firmó y envió un escrito solicitando al Ayuntamiento de Villaquilambre una solución a la peligrosidad que para conductores y viandantes suponía el mal estado de los chopos» ubicados en un tramo de la carretera de Santander a su paso por la localidad, según ha confirmado el pedáneo de Villanueva, Roberto García Rodríguez al equipo de gobierno municipal. «En el escrito se solicitaba que los árboles fuera talados o podados. Fue entonces cuando el Ayuntamiento realizó varios informes técnicos sobre los árboles que concluyeron que la poda era inviable, tanto por su elevado coste y por no encontrar una empresa dispuesta a ejecutarla, así como, principalmente, por la circunstancia de que no evitaría que los árboles siguieran con su proceso de deterioro y se secasen, lo que ya había ocurrido con buena parte. La opción recomendada era por lo tanto la tala», señalan las fuentes del equipo de gobierno. El 27 de febrero, el concejo celebrado en Villanueva conoció las conclusiones municipales. «Nadie se manifestó en contra de la tala», aseguran desde el ayuntamiento. Así pues, previo requerimiento municipal cumpliendo la normativa prevista para estos casos, la junta vecinal encargó la tala sin queja u oposición alguna, según explica el pedáneo. Caídas de ramas En los últimos años se venían registrando caídas de grandes ramas a la carretera, fundamentalmente en invierno y debido a climatología adversa como fuertes vientos y tormentas, que generaban un elevado riesgo para la integridad de los viandantes y de los conductores y sus vehículos. Los chopos, árboles de extraordinario crecimiento y reproducción, fueron plantados hace unas décadas para dar sombra a una vía entonces poco transitada. La plantación se realizó en las capas de terreno más superficiales del talud de la carretera lo que ha derivado en una gran inestabilidad de las raíces, «que se puede apreciar a simple vista», según explican desde el Ayuntamiento.