FALTAN 5 DÍAS
Volando voy
Llegó José María Aznar a León, después de casi 5 años de ausencia, y lo hizo en avión, pero el piloto que le trajo no se formó en su afamada Escuela de Pilotos, de la que nunca más se supo
Eufóricos, radiantes, pletóricos, como un recluta el día de la jura de bandera. ¿Así están los del Partido Popular después del magnífico y grandioso mitin de la plaza de toros, que llenaron hasta la bandera, de España, por supuesto? Ni mucho menos. Rascando, rascando, no todo era felicidad entre las huestes del PP. La aparición de José María Aznar, Génova lo comunicó a través de una llamada de teléfono el sábado por la tarde-noche, no fue del agrado de todos entre los populares leoneses, aunque en el mitin todo fueron loas y alabanzas para el presidente de honor del partido. Y es que en el PP los hay que no quieren ver aparecer ni en pintura durante la campaña ni a Ángel Acebes, ni a José María Aznar, ni a Agustín Díaz de Mera y, de pronto, la terna se hace carne en León. Adiós al gran acto de Mariano Rajoy, adiós al protagonismo del ¿líder? y candidado -eso sí- del Partido Popular. Los flashes de los fotógrafos y los focos de las cámaras giraron y se dirigieron hacia el presidente de honor, hacia quien le designó su sucesor, que el domingo en León volvió a nominarle, ya veremos si el 9-M no tiene que abandonar la casa, y lo hizo reclamando el apoyo de la mayoría «aunque no se entusiasmen con Mariano Rajoy o piensen que tiene el bigote torcido». Flaco favor para el candidato popular, porque de inmediato el público reclamó la vuelta de Aznar, que llegó a León en avión, un avión pilotado por un comandante que no aprendió en la Escuela de Pilotos, que él prometió para León y de la que nunca más se supo.