León producirá un tercio del azúcar tras el acuerdo de la Junta y Ebro

La Junta y Ebro rubricaron el acuerdo que habían alcanzado días atrás para llegar al 50% de la reducción de cuota azucarera. El documento permite al sector remolachero acceder al máximo de las ayudas posibles que acompañan la reforma del mercado. El acuerdo, que deberá ser ratificado en las próximas fechas por el Gobierno central, supone garantía de precios mínimos de 40 euros por tonelada para el sector primario, que se ajustará en los 42 debido a las primas por transporte o pulpa, o por la vía del artículo 69 (que puede llegar a 4,50 euros), según prevé el sector industrial. Del mismo documento resulta un nuevo mapa productivo, que adjudica en torno a la fábrica de La Bañeza la elaboración anual de más de 110.000 toneladas de azúcar, un tercio de la cuota total de Ebro tras acometer la reducción que impone Europa. La apuesta industrial queda patente, según detalló ayer en Valladolid el consejero delegado de Azucarera Ebro, Eugenio Ruiz-Gálvez, que actuó en representación de la empresa que va a complementar con algo más de nueve euros el precio final de la remolacha; parte de esta cantidad se encauza a partir de los fondos por abandono. Otra de las repercusiones económicas del acuerdo es evitar la devolución de más de nueve millones de euros por parte del sector al cumplirse los requisitos de la amortización de la mitad de la cuota antes de que concluya este mes. Junta y sector industrial pactaron un mínimo de 40 euros por tonelada desde la campaña 2008-2009 hasta la 2013-2014 (sin contar la ayuda desacoplada de 12 euros por tonelada que percibirán los remolacheros), gracias a una aportación de 50 millones del Gobierno autonómico a partir de la próxima campaña. Esta financiación estará destinada por una parte a una ayuda de tres euros por tonelada de remolacha tipo para los agricultores que se acojan a programas de competitividad que se concertarán con las empresas azucareras, y por otra parte, a financiar parte de estos planes, destacaron los representantes industriales y de la administración. El tiempo corría en contra del sector remolachero, agraviado por el apoyo en otras autonomías