Votos que botan
No ha hecho falta esperar. En apenas unas horas, después de conocerse la victoria del PSOE en León, hasta cuatro ministerios han llamado al alcalde para cerrar nuevos convenios
El diccionario de la Real Academia de la Lengua define la zozobra como «inquietud, aflicción y congoja del ánimo, que no deja sosegar, o por el riesgo que amenaza, o por el mal que ya se padece» y, en una segunda acepción, como «estado del mar o del viento que constituye una amenaza para la navegación». Ambas definiciones pueden aplicarse al Partido Popular de León tras la debacle electoral del 9-M. Ya se daban por perdidos, incluso, mucho antes de las elecciones y, por eso y no por otras cuestiones, aceptaron a Juan Morano de número 1 ¿Para qué quemar a otro si el resultado será 3-2? Pero lo que no esperaban en el seno del PP es que el PSOE les endosara 18.000 votos de diferencia que a buen seguro hoy, con el recuento del Censo Electoral de Residentes Ausentes (Cera), se incrementará y podría superar ampliamente los 20.000. ¿Y ahora qué? Pues todos quietos y amagados, que el 2008 es año de congresos. Porque, pese al anuncio de Rajoy, primero hay que saber qué pasa en Madrid, después Herrera convocará el autonómico y, por último, Isabel Carrasco no tendrá más remedio que reunir a los suyos en León para elegir a la nueva junta directiva. Ahí será cuando salten a la palestra aquellos que la quieren fuera de la presidencia y que utilizarán los votos del 9-M para botarla. Pero eso será a final de año -en noviembre o diciembre- demasiado tiempo para actuar ya, aseguran los enemigos de la presidenta, que estos días llevan marcada la sonrisa en los labios, aunque se les puede borrar de un plumazo, porque Carrasco ya se ha preocupado de no hacer suya esta debacle y porque se olvidan de dos cuestiones: ¿Se atreverá el PP autonómico a ir contra una presidenta de Diputación? ¿Se atreverán los presidentes comarcales a soliviantar a su ama de llaves de la caja... fuerte?