«Nosotros no queremos quitar el agua a nadie»

Mientras los técnicos siguen alentando en las reuniones a los regantes del Carrión sobre el trasvase del agua de Riaño a su cuenca, los políticos insisten -sobre todo desde las declaraciones de la ministra Narbona- en que no habrá traspaso. A pesar de que el problema aún podría agravarse más, Moisés Fernández apuntó, en caso de que las posturas tengan que radicalizarse: «Nunca iríamos contra los agricultores de León. Nosotros exigimos a la administración agua de Riaño, como se nos garantizó al descartarse un embalse en el Carrión; no queremos quitar el agua a nadie, sino que se cumpla la ley y se administre entre todos para salvar la campaña». La cuenca del Carrión cuenta con 50.000 hectáreas de regadío, de las que 12.000 reciben el agua de Riaño. De la superfice cultivada dependiente de este embalse leonés, los agricultores ya tienen sembrada el 70% con cereales y alfalfa. El 30% restante serán para la remolacha y el maíz, si finalmente tienen agua, de lo contrario tendrán que optar por el girasol. En esta cuenca las previsiones de disponibilidad de agua, según las estimaciones fijadas ayer en la junta de explotación por la CHD, se elevan a 2.000 metros cúbicos por hectárea, frente a los 5.500 previstos por Riaño. «Con esta cantidad es difícil regar todos los cultivos, pero sí amortiguar mucho las pérdidas». Asimismo, se mostró crítico con la falta de una postura clara por parte de la Confederación. «No se quieren contradecir abiertamente entre técnicos y políticos y a estas alturas todavía no sabemos qué es lo que ocurrirá porque en las reuniones dicen otras cosas».