El agua de pozos permite iniciar ya la siembra de la remolacha
Precisamente el agua de los pozos ha hecho posible que las primeras siembras de la remolacha en estas zonas haya podido comenzar esta semana. De no ser por el riego a través de estas fuentes subterráneas la siembra no hubiera sido posible hasta el mes que viene, cuando arranque la campaña de riego a través de los embalses, con lo que el cultivo acumularía un mes de retraso con el consiguiente perjuicio para el crecimiento de la planta. Este área, regada por los embalses del Porma y Riaño, dispone de alrededor de 4.000 hectáreas para el cultivo de la remolacha, cuya superficie total no está garantizada en la campaña si finalmente no recibe agua suficiente. Los agricultores ya planifican la rotación el cultivo, pasando parte de la superficie a las vegas regadas con pozos para contar con la seguridad de ese agua y dejando las zonas altas (antiguo secano, ahora nuevos regadíos) para otros cultivos alternativos ante la sequía como el girasol. El agua de los pozos permitirá únicamente el riego por aspersión de cultivos como las alubias, la remolacha, la patata y siembras de la huerta. En otros casos -el maíz y la alfalfa-, no sería posible a no ser que los agricultores de esas fincas realizaran inversiones para instalar el sistema por aspersión, que en cualquier caso no podría acometerse en una sola campaña. Las comunidades de regantes ya están aconsejando no sembrar remolacha si no se dispone la posiblidad de agua de pozos.