Villalba, por el juego limpio

El deporte es muy sano y, en algunos casos, extremadamente caro. Que se lo pregunten a la Diputación, que aportará 18.000 euros para que una empresa de Valladolid gestione la «insigne» vuelta a Castilla y León y que ésta tenga su final en Riaño. Sí, ese pueblo que anegaron para llevar agua a Castilla, incluso cuando la tierra de León está seca. Algo no encaja: si en el último Pleno la propia presidenta aseguró que se hacían todas las obras en los pueblos que se podía con el dinero que se disponía, ¿no hubiera sido mejor aprovechar esos 18.000 euros para ejecutar más obras? Más teniendo en cuenta que esa vuelta ya está financiada, y muy bien por cierto, por Caja España. Algunos diputados y alcaldes en el seno del PSOE, sobre todo aquellos que no asienten con todo lo que viene del Gobierno provincial, y otros del PP, creen que ese dinero estaba bien ahorrado o mejor empleado para subsanar las muchas necesidades de esos pueblos. Por cierto, que no se hagan ilusiones los hosteleros de Riaño, porque de esta ronda castellana ellos no se van a comer ni un colín. Los equipos ciclistas llegan y casi sin bajarse de la bicicleta se volverán a ir. Cenar, dormir y desayunar lo habrán hecho en la montaña palentina, la misma que se va a llevar todo lo bueno de la estación de San Glorio, a menos que León espabile. La capacidad de promoción turística para León de esta ronda a Castilla es digna de estudio en las escuelas de turismo o en el Consejo Superior de Deportes, hacia donde parece se encamina el todavía jefe de los socialistas de la autonomía, Ángel Villalba, quien si nada lo impide será el sustituto de Jaime Lissavetzky como secretario de Estado para el Deporte y podrá defender lo que más le gusta: el juego limpio.