El consistorio venderá tambien su participación en diferentes promociones urbanísticas
León vende el Abella y las oficinas de Fajeros para pagar inversiones
El Ayuntamiento sacará a concurso los inmuebles dentro de la ejecución del presupuesto 2008
Las oficinas de la calle Fajeros serán uno de los bienes que venderá el Ayuntamiento
La matemática presupuestaria del consistorio de la capital para el ejercicio 2008 resuelve que por cada dos euros de inversión ajena la administración local tiene que aportar uno. Una proporcionalidad ventajosa para las arcas del Ayuntamiento que no evita que, para llegar a los 62,2 millones previstos para invertir en proyectos destinados a la ciudad, tengan que habilitarse más de 27 millones de euros sacados de enajenación de propiedades públicas. Entradas de capital a cambio de patrimonio que este año se apoyarán en la venta de las oficinas de la calle Fajeros, donde está la Omic, y de la sala Abella, así como de la participación municipal en diferentes desarrollos urbanísticos. La decisión del equipo de gobierno de deshacerse de los inmuebles se basa en dos criterios con un mismo fin: la administración municipal mantiene en la actualidad casi medio centenar de centros públicos, que suponen un coste de mantenimiento, y el presupuesto necesita fondos para poder sufragar las inversiones, pese a los más de 35 millones de euros que llegarán de diferentes organismos. La enajenación de la sala Abella acabará con la idea de rehabilitarla para que tenga un uso social, orientado de manera principal a la organizaciones de bailes y actividades para mayores, como pretendía el PP, que no fue capaz de sacar adelante la iniciativa durante sus más de dos años de gobierno en el mandato anterior y que ahora la había incluido en sus alegaciones al presupuesto. El local de la sala Abella, que fue inaugurado como cine en 1967 y cerró sus puertas en el año 2000, fue adquirido por el Ayuntamiento en el 2003 tras alcanzar un acuerdo para canjear la propiedad, que fue valorada en 709.194 euros, por derechos urbanísticos para el vendedor. Pero el estado de la instalación, que necesitaba más que un lavado de cara para cumplir con la normativa de uso público, pospuso las diferentes ideas que surgieron hasta condenarlo al abandono. Ahora, el nuevo equipo de gobierno de PSOE y UPL hará un concurso de venta para obtener recursos y rentabilizar su compra.