| Reportaje | Nuevos ensayos de cultivos modificados |
Conservación contra transgénicos
Ecologistas en Acción alega contra las plantaciones de maíz transgénico en León y destaca que Toral de los Guzmanes lidera en España los campos de ensayos de este grano modificado
Ecologistas en Acción de la provincia de León ha presenta alegaciones a la autorización de experimentos con maíz transgénico en Toral de los Guzmanes, población que acumula hasta 15 liberaciones experimentales de plantas de maíz transgénico (autorizadas o pendientes de autorización en el año 2007), según datos de la web oficial de la UE, donde se publican las notificaciones presentadas por las diferentes multinacionales agroquímicas, alude Ecologistas. El colectivo recuerda que Toral de los Guzmanes, un térmimo municipal perteneciente a la Red Natura 2000 (Lugares de Interés de Riberas del Esla), se sitúa a la cabeza de las poblaciones del estado español en número de ensayos con organismos modificados genéticamente. «Nuevamente hemos pedido que no se autorice la siembra de estas variedades de maíz; con mayor motivo cuando la claúsula de salvaguarda de la directiva europea 2001/18 ha dejado en la ilegalidad el cultivo de las variedades MON 810», señalan. «Y nuevamente denunciamos el silencio de la administración responsable, la Dirección General de Calidad Ambiental de la Junta de Castilla y León, que no contesta, - ni en León, ni en ninguna otra provincia-, a las alegaciones que año tras año se presentan, conculcando nuestro derecho a la información, a la participación y a recibir de la Administración la respuesta razonada que prescribe la Ley. La asociación conservacionista opone su empeño frente a las prácticas de los cultivos modificados «a pesar de la enorme presión ejercida por las empresas de la ingeniería alimentaria y las actitudes a favor de los transgénicos de muchos gobiernos, empezando por el de España, que es el único país de la UE donde se permite el cultivo de transgénicos con fines comerciales», aunque encuentra un escenario muy esperanzador en el «firme rechazo de la ciudadanía a consumir alimentos modificados genéticamente y productos que los contengan». Los ecologistas leonesas exponen también un decálogo de exigencias que deben servir para poner coto al avance de los cultivos modificados genéticamente. La necesidad de garantizar la agricultura y alimentación libres de transgénicos, tanto ecológica como convencional y tradicional; la tolerancia cero a la contaminación genética en todas las actividades y todos los productos agrarios y alimentarios; la imposibilidad de la coexistencia entre sistemas de producción agraria y alimentaria modificada y no modificada genéticamente; y el derecho a la soberanía alimentaria y al libre uso y conservación de la biodiversidad por parte de la población agraria, incompatible, dicen, con la agricultura y la alimentación modificada genéticamente. «No dejaremos de pedir la ilegalización de los cultivos modificados genéticamente, ni de denunciar el intento de las multinacionales por controlar la agricultura y la alimentación; intento que, a nivel local, se materializa en liberaciones de estos organismos modificados».