Con el bocadillo al volante de la quitanieve

Limpiar la red de carreteras leonesas supone una dedicación extrema. Las cuñas quitanieve y las fresadoras no tuvieron un descanso en la jornada de ayer. La nieve acumulada en las carreteras de la provincia obliga a un destajo que sólo se puede atender desde el volante. No hay horarios. Así que no era extraño toparse ayer en cualquier tramo del tercio norte de León con el dispositivo encargado de abrir cada uno de los ramales que unen las carreteras principales con las localidades más recónditas. Aún así, no faltan las protestas de los vecinos, disconformes con la tardanza de las máquinas para limpiar los accesos a los pueblos. 3.000 kilómetros Más de tres mil kilómetros de carreteras secundarias que dan acceso a los pueblos más pequeños fueron recorridos ayer por las máquinas del parque de la Diputación de León, que cumplieron con el objetivo de abrir accesos, esta vez decisivos para que miles de visitantes emprendieran el regreso desde su lugar vacacional hasta sus lugares de trabajo.