Inocentes y engañados

La investigación que está realizando la Policía Judicial de la Guardia Civil tiene la certeza casi absoluta de que las cuatro personas que se encontraban en el interior de la nave en el momento del derrumbamiento estaban convencidas de que estaban realizando un trabajo absolutamente legal, por encargo de la persona que ha resultado detenida en la jornada de ayer y sin sospechar que pudiesen encontrarse cumpliendo órdenes de un individuo que cuarenta y ocho horas más tarde estaría acusado de un supuesto delito de robo. Así, las declaraciones tomadas a las tres víctimas de lo ocurrido concuerdan perfectamente en todos los detalles, apenas se han hallado contradicciones (pese a que en un primer momento se pensó que había versiones un tanto dispares). Sigue la investigación La Policía Judicial de la Guardia Civil no dejará el caso cerrado hoy y es posible que se produzcan nuevas actuaciones en las próximas horas. Lo que sí está claro es que la investigación va a continuar, para tratar de esclarecer al completo la conexión de órdenes y responsabilidades que derivan del caso y para dejar el asunto en manos del juzgado de Instrucción que lleva el tema. La cuestión legal posterior se presenta un tanto complicada, por las particularidades que encierra la cuestión. De momento, solamente hay argumentos jurídicos para imputar un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, por no haber contratado de forma legal a las cuatro personas que se encontraban en el inmueble en el momento en el que ocurrió el accidente, y un supuesto delito de robo, ya que el propietario del solar niega haber encargado ese trabajo.