El juzgado de Villaquilambre exigela separación de Cuadros y Sariegos

Los funcionarios del Juzgado de Paz de Villaquilambre reclaman la segregación de los municipios de Cuadros y Sariegos de su agrupación judicial, para crear una independiente. Los dos trabajadores atienden a cuatro municipios que en total suman más de 24.000 personas y que exigen desplazamientos de más de 50 kilómetros. La agrupación de Villaquilambre está formada por este municipio del alfoz, Garrafe de Torío, Cuadros y Sariegos, que suman un total de 37 pueblos. El secretario judicial de la agrupación, Antonio Javier González Sánchez, comenzó hace un año a enviar informes explicando esta situación a la Administración de Justicia de León, al presidente de la Audiencia Provincial, al juez Decano de León, a la Junta, a Subdelegación de Gobierno, al Consejo General del Poder Judicial de Castilla y León y al Ministerio de Justicia. De momento, ya ha llegado al Juzgado de Paz de Villaquilambre una notificación de la Gerencia Regional de Justicia sobre la posible modificación de la agrupación. La iniciativa del secretario judicial cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de Sariegos y Cuadros, que ya aprobaron en sesiones plenarias la propuesta, ya que son los municipios los que deben aportar el material y el espacio para el Juzgado de Paz. Además, Sariegos ya ha reclamado que, en el caso de que se lleve a cabo la segregación, la sede esté en este municipio. Desde el año 1999 La agrupación judicial de Villaquilambre se creó en 1999 y entonces la población a atender entre los cuatro municipios rondaba los 12.500 habitantes. Casi diez años después, el número de censados está a punto de duplicarse. «Tal cantidad de población genera mucho trabajo y más teniendo en cuenta que sólo trabajan dos personas en el Juzgado de Paz», señala el secretario judicial de Villaquilambre. La segregación de Cuadros y Sariegos disminuiría la población a atender en seis mil personas, por lo tanto, González Sánchez reclama también dos funcionarios más para su agrupación -que se quedaría con los municipios de Villaquilambre y Garrafe de Torío-, para que así, cuatro funcionarios pudieran asumir las demandas de 18.000 habitantes. Además, González Sánchez también señala que la segregación tiene una clara apuesta geográfica, ya que se estructuraría en dos agrupaciones cuyos pueblos se relacionaría de norte a sur.