La calle es muy dura

Además del trabajo que el secretario y la agente judicial deben realizar en la sede del Juzgado de Paz -de diez de la mañana a una y media- emplean el resto de su horario laboral, desde las 8.30 horas hasta que abre el juzgado y desde que cierra a la una y media hasta las tres, en entregar notificaciones a los vecinos de los cuatro municipios de la agrupación. «La calle es muy dura», comenta el secretario judicial, Antonio Javier González Sánchez, que explica que además las características de un municipio como Villaquilambre complica su trabajo, ya que en muchos casos los vecinos de los bloques no se conocen entre sí. A pesar de todo, el secretario de la agrupación apunta que aunque a veces este trabajo «es violento, al visitar a la gente en sus casas», aunque «suele ser amable», aunque también existen «los puferos profesionales», aquellos que cuando le entregan la citación ya saben cuál es todo el proceso y la reciben amablemente o los que, en este mismo sentido, se escaquean y la recogen a regañadientes. A modo de ejemplo del recorrido que tienen que hacer tanto los vecinos como los funcionarios judiciales, el secretario de la agrupación señala que en el caso de un vecino de Cascantes, del municipio de Cuadros, el trayecto para llegar al Juzgado de Paz de Villaquilambre es de más de 50 kilómetros.