Nace una asociación en Babia para defender la raza del mastín

Babia es el mastín y el mastín es Babia. Por eso Babia es el núcleo y la esencia de una nueva asociación para proteger los conceptos puros que secularmente han definido a este perro y mantenerlos a salvo del mestizaje creciente que, en muchos casos ya no respeta los límites morfológicos o de carácter mínimos. La Asociación de Criadores y Amigos del Mastín de Babia echa a andar con una veintena de socios, que comparten, además de su inquietud por salvar la pureza de esta raza leonesas, el denominador común de la tierra: todos crían a perros vinculados a este territorio. «La asociación pone de acuerdo y vincula a criadores con descendencia de allí. Así es que ponemos en marcha una entidad que vele por la pureza de la raza», explica Carlos González-Antón, presidente de la asociación Babia y Luna, que está incluida en la relación de promotores del nuevo ente jurídico. El horizonte de la asociación para la defensa del mastín ni se limita a conceptos de romanticismo puro. «Se trata además de ejercer en la práctica en defensa de la raza; el mastín es un elemento de atracción turística para nuestra comarca. Por eso se fija a corto y medio plazo la constitución de un centro de cría, de un centro de interpretación que va a multiplicar las posibilidades de evitar contagios con otras razas de la línea del mastín babiano», aclara Pedro Álvarez Barriada, uno de los criadores consolidados de este perro en la provincia leonesa, que va a presidir la nueva asociación. Seguros de que las sinergias que el ente para la defensa del mastín va a posibilitar entre los diferentes criadores que lo integran -todos con ejemplares nacidos y desarrollados en los pueblos babianos- los impulsores del colectivo están seguros de que el mastín va a dar un salto cualitativo hasta como marca de distinción para la montaña occidental de León, como ahora se considera ya al caballo de la raza hispano bretona. El primer paso ya lo han dado.