Diario de León

Consejero Delegado de Banco Pastor

«Queremos crecer en inversión»

Jorge Gost es consejero delegado de Banco Pastor

Jorge Gost es consejero delegado de Banco Pastor

León

Creado:

Actualizado:

Preparado para hacer frente al cambio de ciclo, dispuesto a seguir creciendo y con los deberes de su plan estratégico ya cumplidos, Banco Pastor afronta con serenidad el momento de desconfianza de la economía. Con serenidad y con recursos, prestamista en el interbancario, mantiene su política de inversión y concesión de créditos invariable pese a las dudas de algunas entidades. La prudencia ha marcado un crecimiento firme en los últimos años, y ahora le permite seguir ofreciendo financiación a particulares y empresas. En León ha duplicado su cifra de negocio en sólo tres años, tiene una red histórica ya consolidada y aspira a seguir captando cuota en el mercado financiero provincial. Jorge Gost, consejero delegado de la entidad, analiza la actual situación económica y avanza las líneas básicas de su próximo plan estratégico. -A estas alturas, ¿cómo valora la recesión económica, o la crisis si prefiere? ¿Cuál cree que va a ser su recorrido y consecuencias? -Estamos en un momento difícil, hay un reajuste de la economía. Venimos de crecimientos del 3,8% hasta cifras que serán del 2% aproximadamente. Han sido unos años, sobre todo en el sector inmobiliario, de inicio de viviendas por encima de la demanda y ahora está corrigiendo. Durante el 2008 y buena parte del 2009 estaremos en esta situación, y en el 2010 esperamos que empiece a remontar. En todo reajuste hay cosas que se quedan por el camino. -Los bancos han sido de los más afectados por esta situación, por un lado por la crisis inmobiliaria y por otro porque los mercados les han castigado con más fuerza que a otros sectores. -Los inversores han hecho es una regla de tres: si hay desaceleración los rendimientos de las entidades financieras y las empresas van a bajar. Y los inversores juegan a futuro. Pero el sistema financiero español es de los más sólidos del mundo; y desde luego de los más eficientes. Es también solvente porque tiene un sistema de provisiones bueno, en su día el Banco de España lo hizo bien obligándonos a destinar parte del beneficio a una provisión anticíclica, para prevenir momentos como este. Esto hace que la situación de la banca española sea más favorable que la del resto de los países europeos. De cada cien euros que tenemos en morosos hay en la banca española una media de provisiones de 250 euros; en Europa la provisión es de 70. Como todo cambio de ciclo se notará, pero se pasará sin problemas. -En el caso concreto del Banco Pastor, ¿por qué cree que ha sufrido el castigo de los accionistas? -Básicamente porque su cotización en los últimos cinco años se ha multiplicado por cuatro. Un cambio de ciclo se nota más en los que más han subido. En los últimos quince meses todo el sector financiero español ha tenido importantes descensos, pero el Pastor tuvo mejor comportamiento que la media. -¿Cuándo cree que realmente va a pasar factura a la banca la recesión inmobiliaria? -Lo ha hecho en el primer trimestre y lo hará todo este año; y en el 2009 seguirá incrementándose el número de situaciones de dificultad. La morosidad en el conjunto de España está, con datos de diciembre, en el 0,9; mientras que en Europa estaba ya en el 3%. Tenderemos a que en los próximos meses la mora se multiplique por tres. En el caso de las promotoras, muchas tienen buena salud aunque el momento sea difícil, no va a caer todo el sector inmobiliario, que también es sólido. -El Plan Estratégico Delta concluye este año, ¿cuáles van a ser los resultados? ¿Le va a afectar el momento de incertidumbre? -Nadie se escapa a la desaceleración, pero Banco Pastor cuando hizo su plan estratégico, que concluye este año, preveyó una situación similar a esta y nos preparamos. Es muy importante el tema de la liquidez, así que optamos por un modelo de crecimiento de la inversión al 16%, en un momento en el que todo el mundo hablaba del 25%; y decidimos crecer en pymes, no sólo en construcción. Y además nos fijamos como objetivo crecer como mínimo el 16% en pasivo de clientes. Esto en aquellos momentos sonaba muy raro, pero siempre creímos que no era sostenible un modelo donde sólo se crezca inversión y no en recursos. Este equilibrio de crecimiento ha hecho que ahora estemos muy diversificados, tengamos una posición de liquidez muy sólida. Banco Pastor está prestando dinero en el interbancario. En cuanto a los resultados del plan estratégico, preveía que el balance creciera sobre el 16% y lo vamos a hacer; pensábamos llegar a las 700 oficinas y estamos en 660; la eficiencia prevista estaba por debajo del 40% y el año pasado cerramos en el 39%; y también unos resultados de 240 millones de euros, que a pesar de la desaceleración vamos a conseguir. Banco Pastor en los últimos seis años ha recorrido un camino muy importante, no somos ya un banco pequeño-mediano, sino el séptimo grupo bancario español. Estamos en una posición de solidez por ratios de capital, solvencia y eficiencia muy importante; y además habiendo crecido mucho en oficinas e implantados en todo el territorio nacional. Con un dato importante que a nuestro nivel de riesgo nos viene bien: hemos crecido mucho, pero nuestra gran fortaleza está en nuestros orígenes, en Galicia y León. -Entonces la batalla de captación de depósitos de los últimos meses ya la tenían adelantada. -Desde luego, ahí supimos anticiparnos y es una de las grandes fortalezas que tenemos hoy en día. Hoy no hay que ir a buscar pasivo, tenemos que seguir haciendo lo mismo que hasta ahora. En León en tres años hemos duplicado las cifras de negocio, con veinte oficinas somos el 4% del sistema financiero de la provincia; y tenemos cien empleados. Nuestro beneficio ha crecido aquí un 70%, así que tenemos una red entrenada para hacer lo que hay que hacer. -¿Cuándo volverá la confianza de los inversores, y qué síntomas van a mostrar ese cambio? -El problema de hoy en los mercados es de confianza, no de liquidez. Por un lado los bancos centrales están cumpliendo su papel para financiar a las entidades que lo necesiten, que no es nuestro caso, porque prestamos en el interbancario. A partir de junio, con presentación de resultados de cuatro trimestres consecutivos, ya es muy difícil que pueda quedar algo en balance de las empresas. Se sabrá lo que hay en cada entidad y volverá la tranquilidad poco a poco en los mercados. A principios del año que viene se iniciará la mejora. Pero siendo realista, hasta el segundo semestre del 2009 van a ser tiempos difíciles, que no apocalípticos. El país tiene una clase dirigente y empresarial de soler,. Cuando se buscan diferencias entre el cambio de ciclo actual y el del 1993 se encuentran primero los tipos de interés, que estaban entonces al 14% y hoy, aunque hayan subido, están en el 5%; y también que la clase empresarial ha mejorado muchísimo, tiene más experiencia y mejores estructuras de negocio. -En este escenario, ¿cuáles serán las líneas generales de su próximo plan estratégico, que comenzará el año que viene? -Ahora estamos diseñándolo, no podemos avanzar nada. Pero será un plan otra vez ambicioso, realista porque hay que contemplar que en un par de años las cosas no van a ser como eran. Pero a partir de ahí volverán a ir enfocándose. Abriremos sucursales y creceremos en volumen de negocio y clientes; pero sobre todo seguiremos con la obsesión de conseguir un banco en el que las personas se sientan identificadas con el proyecto. Esa es la clave para que los clientes tengan el mejor y más cercano servicio. Y siempre con los principios que han guiado a la entidad: la prudencia, la solvencia y estar bien posicionados para resistir los cambios de ciclo. El banco tiene más de 230 años, y queremos que esté otros 230 años como mínimo. -Precisamente en un entorno de amenaza de absorciones y opas, tanto nacionales como internacionales, ¿cómo ve el futuro del banco a medio plazo? -Fantástico. Y solo, por supuesto. Si un banco se fusiona o sufre una opa es porque no hay un proyecto detrás. Si hay un proyecto que genera resultados y valor al accionista, el inversor no tiene interés en otras cosas. Aunque la cotización haya bajado en los últimos seis meses, en sintonía con la tónica del sector, hay que tener en cuenta que quien haya invertido cien euros en el 2003 ha multiplicado por cuatro. Hace unos meses era por cinco, pero sigue siendo cuatro veces más. ¿Interés en comprar? Por supuesto, cada vez es más apetecible. Pero el banco tiene un núcleo accionarial que nos da tranquilidad.

tracking