«La ciudadanía es un aprendizaje de toda la vida, no de una hora» Ariznavarreta destaca la importancia del diálogo social en la salud laboral

Tusta Aguilar es profesora de Física de formación, pero ejerce su actividad profesional en el departamento de Educación de la Asociación Solidaridad con los Trabajadores Inmigrantes dentro de la Comunidad de Madrid, desde donde «llevamos muchos años trabajando por la ciudadanía intercultural». Fue invitada por Stele al curso de Educación para la Ciudadanía que el sindicato imparte en León y Ponferrrada. -¿Qué es la ciudadanía intercultural? -Tenemos que aprender a vivir en un situación distinta y nueva. Hay que reconocer esa novedad y entrañarse con ella: ver las oportunidades personales y sociales que existen en esta nueva realidad, sin obviar los conflictos, que en mi opinión tienen mucho que ver con la fractura social, los problemas económicos. A veces achacamos a elementos culturales lo que es precariedad social, económica y laboral. Hay oportunidades de convivir y de ejercer la ciudadanía desde un sentido de pertenencia compartida. Pero la pluralidad cultural no se debe sólo a la presencia de personas de orígenes culturales distintos, sino también a diversidad generacional, económica y de procesos educativos. La inmigración es un elemento más. -¿Se pueden abordar todos estos retos desde una asignatura en la escuela? -Es un elemento más, junto con muchos procesos educativos que hay que hacer de ciudadanía. El programa oficial -conozco los de Madrid y Castilla y León- habla explícitamente de competencias para la ciudadanía, entre ellas la comunicativa: aprender a comunicarnos con los diferentes, aprender a llegar a acuerdos, a resolver conflictos, a poner de manifiesto intereses comunes. Habla de competencia emocional porque detrás de muchos conflictos hay falta de fortaleza de la identidad, seguridad en uno mismo o de saber regular los propios afectos en el encuentro con el otro... La asignatura plantea que los derechos humanos no son una conquista de una vez para siempre, sino que un largo camino. Quienes compartimos un lugar y un momento histórico tenemos que contribuir a que sea efectivo y responda a las necesidades del momento. Es un aprendizaje de toda la vida, que no se agota con una o dos horas de Educación para la Ciudadanía. -¿Cómo ve la polémica que trata de situar a Ciudadanía en el ámbito del adoctrinamiento? -Esto es un pretexto para pelear por el poder más que un conflicto ideológico porque el paraguas sobre el que está la asignatura es el que teóricamente hemos aceptado todos: Derechos Humanos, Constitución y leyes que rigen el Estado moderno. No caen en la cuenta que adoctrinar, infundir valores o contravalores, provocar situaciones de marginación... se puede hacer en el ámbito escolar a través de cualquier asignatura; que la transmisión del conocimiento en la escuela conlleva una transmisión de valores: en el contenido, en la metodología, orientación... La polémica confunde y desvía el discurso que urge: cómo podemos aprender mejor estas cosas que son necesarias para la convivencia. -¿Cómo hay que incorporar la perspectiva de género a la asignatura? -Hay que trabajar la distinción entre asignaciones, roles y la realidad, porque identificarlas hace mucho daño, y dar nombre a sujetos sociales que no se han nombrado, como si no hubieran existido. Esto sirve para la mujer y para todo tipo de discriminación. En la adolescencia está el germen de las relaciones adultas, de pareja, de amigos, en el trabajo y es un momento importantísimo para aprender a relacionarse en contextos de igualdad y aprender las habilidades sociales, los sentimientos, las capacidades que hacen posible vivir con seguridad en situaciones de igualdad. Hay mucha gente que sólo sabe ser jefe o ser esclavo, pero no ser ciudadano o ciudadana. Las mujeres lo sabemos bien; afectivamente, a veces, que con tal de estar en brazos de quien sea se paga el precio de la sumisión. -¿Por qué es necesaria la formación? -Aprender a cómo se enseñan y se favorecen las habilidades para las relaciones de igualdad es un reto muy interesante para los profesores. En el profesorado hay de todo pero conozco mucha gente inquieta por aprender, superar miedos y ser felices. Y en este curso he visto a gente con mucho interés. En Castilla y León la política en materia de seguridad y salud laboral está marcada por el diálogo social, por la colaboración entre los agentes económicos y sociales en el desarrollo de sus líneas maestras, lo que «garantiza unas adecuadas condiciones laborales para el desarrollo de la actividad profesional y es un sello de distinción imprescindible en cualquier empleo que quiera ser clasificado como de calidad». Así lo aseguró ayer en León el viceconsejero de Empleo, Ignacio Ariznavarreta, durante la presentación de los actos organizados con motivo de la Semana Internacional de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad Laboral. Ariznavarreta destacó que en el Acuerdo para la Prevención de los Riesgos Laborales en Castilla y León 2007-2010 «se recogen una serie de compromisos que tienen como finalidad esencial la mejora de las condiciones laborales y la reducción de los accidentes de trabajo, así como de las enfermedades profesionales». En este sentido, indicó que las medidas tomadas por consenso entre los agentes sociales y económicos «consideran especialmente importantes las acciones de información, sensibilización y difusión; que persiguen fundamentalmente crear una auténtica y consolidada cultura preventiva en la sociedad castellana y leonesa». Bajo estas premisas, y con motivo de la celebración del Día Internacional de la Seguridad y la Salud Laboral el próximo día 28, la Junta, en colaboración con los agentes sociales, «ha querido organizar un conjunto de actos para que los distintos estratos de la sociedad puedan participar del conjunto de principios y compromisos que inspiran la cultura preventiva». La elección de la ciudad de León para presentar estos actos, que se desarrollarán en toda la comunidad, responde a la ubicación en la capital del Centro Regional de Seguridad y Salud Laboral. Ariznavarreta recordó que las organizaciones sindicales de todo el mundo aprovechan la jornada del 28 de abril para recordar a los trabajadores y trabajadoras que fallecen cada año, así como a los que se lesionan debido a las malas condiciones de trabajo. Para sensibilizar sobre estas condiciones la Junta ha organizado actividades como la charla sobre la vulnerabilidad de los jóvenes en el trabajo, que se celebrará en la Universidad de Salamanca; y analizará por qué los jóvenes entre 16 y 25 años sufren el 17% del total de accidentes con baja. En Valladolid se presentará la campaña ¡A salvo 2008!, destinada a los escolares de educación primaria, «futuros trabajadores y empresarios de mañana». También en Valladolid se entregarán los Premios de Prevención de Castilla y León; mientras que en la capital leonesa de presentará la campaña de ergonomía en la escuela, dentro de la cultura preventiva, para prestar especial atención a las posturas adecuadas. «Una mala postura es la causa de muchos trastornos músculo esqueléticos de los trabajadores, y una de las principales causas de baja entre los profesionales», concluyó el viceconsejero de Empleo de la Junta.