«Busco trabajo para cuidar niños y ancianos»

María (nombre ficticia) es sudamericana y hace quince días salió del centro penitenciario de Mansilla de las Mulas. Está sentada en la sala de espera del Centro de Atención a Inmigrantes de Cáritas junto a otros ocho inmigrantes que a las 12.00 de la mañana están esperando para ser atendidos por los voluntarios de Cáritas. El «boca a oído» ha sido la fuente por la que ha conocido este centro. Es una de las casi cinco mil personas que el centro atiende al año. Tiene una historia personal que no se atreve a contar. «Hace quince días salir del centro de Mansilla de las Mulas y ahora busco trabajo». Acude al centro a buscar asesoramiento y a que le faciliten las ofertas de trabajo que diariamente salen en la prensa. «No me importa el trabajo, me da igual, pero me ofrezco para cuidar niños, porque me gustan mucho, o ancianos».