Los puestos contarán con trenes de rescate e intercambiadores del AVE
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias todavía no ha pormenorizado sobre las características que tendrá el puesto de control de la variante previsto para la localidad lenense de Campomanes, aunque todo apunta a que será similar al de La Robla. La infraestructura roblana estará situada en las cercanías de la central térmica y tendrá una superficie de 3.600 metros cuadradados. En ella se construirá un intercambiador para los trenes de Alta Velocidad, con vías auxiliares de 750 metros. Sobre uno de los lados del tendido férreo se asentará un convoy de rescate preparado para hacer frente a cualquier emergencia localizada en el interior de los dos túneles del corredor ferroviario. Aún no ha trascendido el número de puestos de trabajo que se creará con la ejecución de ambas infraestructuras ni desde donde se centrará el control de tráfico de todo el corredor de Alta Velocidad enclavado entre la línea Madrid-Gijón. Trío de ases Este segundo proyecto, por el que pugnan León, Asturias y Valladolid, es uno de los más atractivos, porque apareja cerca de 20 empleos directos de alta cualificación en un primer momento, que irán a más, según se vayan poniendo en servicio nuevos tramos del enclave. Adif ha decidido instalar uno provisional en Pucela, aunque aseguran que sólo permanecerá allí hasta que se ejecute el corredor ferroviario, mientras que el delegado del Gobierno en la comunidad aseguró que León, por su trayectoria ferroviaria y porque ya controla la circulación convencional, iba a ser la sede del centro logístico del noroeste. De todas formas, el Adif no cierra ninguna puerta e incluso apuntó la posibilidad de que pudieran coexistir dos puestos de control, dada la extensión de la línea Madrid-Gijón, de la que depende la provincia para ver llegar al primer AVE, que tendrá que alcanzar el centro del país en algo menos de dos horas.