«Las autoridades se han tomado el tema de la salud pública a la ligera»

«Están dejando morir el asunto», se queja Mercedes Unzeta, la vecina de Nistal que destapó el escándalo del arsénico cuando sospechó que sus males procedían del consumo de agua. «Las autoridades se han tomado el tema de la salud pública a la ligera», asevera. Mercedes Uzneta, procedente de Madrid, se asentó en Nistal en el año 2000. «Mi salud está absolutamente estropeada desde que vine a vivir aquí», asegura tras recordar que los médicos hallaron en sus análisis altas concentraciones de arsénico, plomo y magnesio cuando acudió una y otra vez a ellos para investigar las causas de sus constantes cólicos y vómitos. «La sensación es que te mueres, que llevas la vida cargada detrás; no puedes con tu cuerpo». Mercedes se tomaba dos teteras por la noche, por lo que los supuestos efectos del arsénico en el agua, que tardan unas horas en manifestarse, se le presentaban de madrugada. Uzneta se queja de «la falta de información» que ha existido durante todo el proceso por parte del Ayuntamiento de San Justo de la Vega.