Santos Llamas asegura que el asunto de Ebro «se ha sacado de quicio» y que no hay «nada claro»
El presidente de Caja España, Santos Llamas, aseguró ayer que el asunto del Grupo Ebro Puleva «se ha sacado de quicio». Llamas señaló que «no hay nada claro de este tema» y añadió que «no se ha dicho que se vende o no, simplemente ha expuesto que lo que va a hacer es estudiar en dos años cómo está el sector agroalimentario y azucarero para, después, tomar una determinación», al tiempo que esgrimió «vayamos con tranquilidad». El presidente de Caja España hizo estas declaraciones ayer en León, durante la inauguración de la Carpa de la Salud que patrocina dicha entidad. Declaraciones de Carrasco Por su parte, la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, también abordó este tema y, al ser preguntada por los periodistas, manifestó que «la interpretación de la lectura que hizo Santos Llamas, que es el representante en Ebro, del acuerdo exacto que se había adoptado en el consejo de administración del grupo no ha sido la correcta por parte de los medios de comunicación». Carrasco reiteró que lo único que existe es «la petición de autorización al consejo de administración para que, en vista de la situación general del azúcar y de la OCM, se puedan barajar todas las posibilidades». A este respecto, la presidenta de la institución provincial quiso dejar claro que aún no hay nada decidido y explicó que «hemos quedado en que antes de la asamblea general de Ebro que se celebrará cerca del verano, habrá un consejo de administración de la entidad financiera donde estableceremos la postura de la caja». Carrasco puntualizó que se han sacado conclusiones «precipitadas» de un tema «muy sensible» que ha tomado «una dimensión que no se corresponde con el acuerdo del consejo». Asimismo, pidió «tranquilidad» y que este tema, «que es muy delicado» se trate «en sus justos términos porque del acuerdo real no se puede deducir nada». La presidenta de la Diputación remató que «no hay ningún peligro de nada». La decisión del Grupo Ebro Puleva ha pillado por sorpresa al sector agrario leonés, vinculado desde hace décadas a la producción azucarera que ha gestionado la empresa en la provincia.