La cárcel de Mansilla de las Mulas tiene una tasa de hacinamiento del 170%

La cárcel de Mansillas de las Mulas tiene una de las tasas de hacinamiento más altas de Castilla y León, un 170%, lo que quiere decir que en el espacio destinado a 1.008 reclusos existen, a día de hoy, 1.722. Aún así, no es el centro que se encuentra en peores condiciones: la cifra es superada por el penal de Topas en Salamanca, con un 172,5%, el de Burgos, con un 208,6%, y el de Soria, que sufre un ratio de 225,8%. El aumento de población reclusa de la cárcel de Mansilla ha sido muy elevado en los últimos ocho años. Desde el pasado 2000, el incremento se ha fijado en 1.347 reclusos, lo que supone casi un 360% más, tasa que sólo supera la cárcel de Segovia, que llega al 380%. Además, según el informe de prisiones presentado, seis de cada diez presos son extranjeros, «el mayor porcentaje del sistema penitenciario español». En este apartado, la cárcel de León ocupa el quinto lugar del ranking nacional, con el 56% de presos extranjeros. Son datos aportados por el sindicato Acaip, que ha querido manifestar su malestar con la situación de sobreocupación y la falta de personal de las cárceles de Castilla y León. Denuncian que trabajan con un sistema obsoleto de más de 25 años de antigüedad, «cuando hay nuevas necesidades derivadas de leyes como la de Violencia de Género o la Ley de Seguridad Vial», explicó José Antonio Cartón, secretario de Organización del sindicato. Según explicó Cartón, la población reclusa aumenta a un ritmo de 13,2 internos al día, lo que supondrá «que se llegue a finales de año con 4.830 internos más en todas las prisiones de Castilla y León». Desde Acaip creen que los nuevos centros que se crearán en Soria y Zamora no serán suficientes para cubrir las necesidades actuales. Por esta razón, piden un aumento del funcionariado del 10% y una nueva prisión en León, de tipo medio, enmarcada dentro de los llamados módulos terapéuticos, existentes ya en la prisión de Mansilla de las Mulas. Estos módulos se basan en el compromiso rubricado por los propios internos para mantener una serie de medidas disciplinarias como no fumar en determinados recintos o acudir a reuniones de ayuda, y otra serie de condiciones que deben cumplir. Estas dos peticiones entrarían dentro de un Plan de Choque propuesto desde el sindicato que también contempla la creación de tres Centros de Inserción Social en Segovia, Valladolid y Palencia. El aumento del personal, «con nuevos ratios basados en el grado de hacinamiento de las prisiones", y un nuevo modelo de gestión penitenciaria, con un renovado organigrama, completan las propuestas de Acaip.