Feplac acusa a la industria láctea de «fomentar la ruina de los ganaderos»

La Federación de Empresarios de Productores Lácteos (Feplac) acusa a la industia láctea de fomentar «La ruina de los ganaderos». Así lo aseguró ayer mismo en un comunicado en el que manifiesta que «una vez más, nos vuelve a demostrar su democracia interna, lo que ellos consideran voluntad negociadora y buena predisposición a llegar a acuerdos de estabilidad para todo el sector, comunicando en mayo que las liquidaciones que los ganaderos tenemos pendientes de cobrar por la leche entregada en el mes de abril, van a sufrir nuevos recortes». Feplac reitera que mientras los costes de producir un litro de leche se han incrementado desde el 1 de enero de este año en más del 17%, los ingresos de los productores de leche se han reducido, paralelamente, en un 19%. «Estas cifras -afirman desde la dirección de la federación láctea- no significan que el poder adquisitivo de los ganderos españoles haya perdido 36 puntos, no, esto significa que las explotaciones ganaderas más efectivas y profesionalizadas están perdiendo dienro y se encuentran con unos ingresos muy por debajo de lo que en realidad cuesta producir un litro de leche». Imposición de criterios En el citado escrito, La Feplac recalca su disconformidad con la política seguida por parte de la industria láctea y añade que «esta forma de actuar, imponiendo su criterio y voluntad, con el agravante de fijar precios con efectos retroactivos, demuestra dos cosas: que a los industriales lecheros les interesa tener un sector ganadero tercermundista y que esta actuitud pone de relevancia el por qué nunca han funcionado las mesas sectoriales ni la In terprofesional láctea, que es porque a la industria no le interesa». La federación que agrupa a los empresarios productores lácteos alega que los industriales lecheros pretenden conseguir un sector ganadero en el que imponer sus pactos de precios y su reparto de rutas, así como otros aspectos «que les permita engordar sus cuentas de resultados a final de año y sin que desde las administraciones correspondientes como Medio Rural, Sanidad y Consumo, Economía y Hacienda o Comisión Nacional de la Competencia hagan nada por evitarlo». El PSOE manifestó ayer su «respeto» por el cese del jefe del Servicio Territorial de Sanidad de la Junta en León, Santiago Travieso, si bien ha exigido que esta circunstancia no dé por cerrada la investigación sobre el origen y las posibles soluciones al «caso del arsénico». De este modo, la parlamentaria socialista Victorina Alonso se ha referido a la marcha, por «motivos personales», según él mismo, del jefe de este Servicio, en el que se inició una investigación interna para determinar si actuó o no de forma negligente ante la contaminación de arsénico en el agua para el consumo humano en la localidad de Nistal de la Vega y otras poblaciones de su entorno, según la agencia Efe. «Si él se va y es por motivos de salud, lo siento, pero, en abril, concluía el plazo que la propia Junta se había dado para finalizar este expediente y él o los responsables políticos por este caso deben dimitir o ser cesados», dijo Alonso. En este sentido, ha reiterado su denuncia de que el Gobierno autonómico «ocultó» durante meses la presencia de arsénico en el abastecimiento de agua y, tras recalcar la «gravedad» de este hecho, incidió en la necesidad de que la Junta «depure responsabilidades». «Miramos hacia Eduardo Fernández -delegado de la Junta en León- o hacia quien considere la Consejería de Sanidad, pero está claro que la Junta debe determinar con claridad quien es el responsable de estos hechos tan graves», subrayó la parlamentaria del Partido Socialista.