La Diputación controlará a través de un laboratorio el agua de los pueblos

Ante la alarma y desconfianza generada por el caso del arsénico en el consumo de agua en el área rural y las dudas abiertas sobre la calidad del abastecimiento, la Diputación ha decidido tomar cartas en el asunto y actuar de forma inmediata. Ayer, la comisión de Medio Ambiente aprobó el desarrollo del denominado Plan de Gestión Integral del Agua de Uso Urbano para ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes. Como esta iniciativa se plantea a medio y largo plazo, la institución provincial también tiene previsto acciones inmediatas para controlar y supervisar la calidad del agua destinada al consumo. En este sentido, el diputado de Medio Ambiente, José Antonio Velasco, comentó que su área de gestión remitirá en breve una circular a los ayuntamientos para plantearles que deleguen en esta institución la misión de controlar la calidad del agua. Si cuentan con suficientes peticiones por parte de municipios de menos de 20.000 habitantes, la Diputación contratará los servicios de un laboratorio homologado para que realice periódicamente análisis de control. El diputado explicó, además, que en la circular también se reclamará a los ayuntamientos que obliguen a las juntas vecinales a cederles la gestión del agua, en muchos casos de la provincia de León todavía en manos de las pedanías, sin ningún tipo de medio para supervisar su calidad u hacer frente a cualquier otra contingencia. Otro asunto que quiere ser impulsado desde el Palacio de los Guzmanes pretende también recomendar a los ayuntamientos que elaboren una ordenanza para cobrar el consumo de agua a sus vecinos. «Existen bastantes que aún no cobran y con esta medida evitarían el despilfarro y el uso indiscrimado del agua para riegos u otros fines», recalcó José Antonio Velasco. La circular que el área de Medio Ambiente remitirá a los municipios incluirá, igualmente, normativa sobre el agua e instrucciones técnicas para mantener la red y los depósitos en buenas condiciones. Según el último avance de la Encuesta de Infraestructuras realizada por el Gabinete de Planificación de la Diputación, la calidad del servicio de agua en los pueblos es todavía deficiente para cerca de 37.000 hogares por problemas de presión en la red y averías y fugas frecuentes. Además, la encuesta revela que existen 600 viviendas que aún se abastecen de forma autónoma a través de pozos o traídas directas desde captaciones o depósitos. A pesar de estos problemas, de forma general, las instalaciones de abastecimiento en el área rural gozan de buena salud. Así, ocho de cada diez viviendas cuentan con un servicio de calidad y un 86% de las conducciones están en buen estado, de acuerdo a los datos aportados por esta encuesta.