Diario de León

| Análisis | ¿Hacia una autofinanciación de la Iglesia católica? |

El dinero de Dios lo pone el Estado

Cinco de cada diez euros de las diócesis de León y Astorga proceden de las asignaciones tributarias del IRPF. La «desmotivación» de los leoneses obliga a los obispos a pedir apoy

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M. Romero - león
León

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«León está desmotivada en este orden», advertía ayer el vicario de Asuntos Económicos del Obispado de León, Pedro Puente, en referencia al cada vez más reducido número de contribuyentes que deciden asignar a la Iglesia católica el procentaje correspondiente a las asignaciones tributarias del IRPF. Los últimos datos que manejan los obispados de León y Astorga, correspondientes a la campaña del 2006, indican que uno de cada cuatro cotizantes entrega su parte de la declaración a la Iglesia católica. Dos años antes, lo hacían uno de cada tres. Este descenso progresivo de ingresos preocupa a los obispos, más en esta nueva campaña de la renta, en la que entra en vigor el nuevo sistema de financiación que aumenta hasta un 0,7% el porcentaje de las asignaciones trubutarias a las iglesias y a otros fines de interés social -antes era del 0,5239%- y que, a cambio, elimina las cantidades que la Iglesia católica ha venido percibiendo de los Presupuestos Generales del Estado desde los acuerdos de 1979 con la Santa Sede. Los obispos de León y de Astorga comparecieron ayer ante los medios para pedir públicamente un mayor apoyo de los ciudadanos para esta campaña, en la que pretenden recaudar un 2,5% más que en la anterior. La aportación del Estado para Astorga fue en el 2007 de 2,4 millones de euros y de 2,2 millones para León. Ambas tienen un presupuesto de unos cuatro millones de euros. «Estamos ante un derecho, no ante un mero favor, compatible con otros fines de interés social como donativos directos, cuotas de voluntarios o las colectas en las misas», manifestó el prelado de León, Julián López Martín. Por su parte, Camilo Lorenzo, titular de la Diócesis de Astorga, declaró: «Ayudar a la Iglesia es servir al bien común». La frase, aunque sintética, expresa mucho de lo que los obispos quieren hacer llegar a la sociedad: que muchas instituciones dependientes de la Iglesia ofrecen servicios humanitarios, como la enseñanza, la sanidad o la atención de mayores, y que pedir ese 0,7% del IRPF es legítimo y una forma de que los ciudadanos devuelvan los favores a la institución religiosa. Ambos prelados coinciden en que la campaña para el sostenimiento de la Iglesia es «importante» en tanto que «el camino hacia la autofinanciación empieza a ser una realidad», aventuró monseñor López Martín. Al hablar de grandes cifras, el ecónomo de Astorga, Lucio Vallejo, se atrevió a cifrar en 50.000 el número de voluntarios con el que cuentan ambas diócesis en la provincia leonesa. «Todas las parroquias tienen su ángel custodio», manifestó.

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